Una vez, el legendario vendedor Gary Halbert. le dio una lección muy valiosa a su hijo.
Gary le dijo a su hijo algo así:
«Hijo mío, en una encuesta les han preguntado a nuestros paisanos si preferían ir al teatro o al cine, y 4 de cada 5 dijeron al teatro»
Su hijo, haciendo gala de una lógica muy desarrollada, le respondió lo siguiente:
—¿Entonces qué hago papá? ¿Me pongo a vender entradas para el teatro?
Pero Gary le dijo que mejor que no. Que si quería un negocio rentable, era mejor que dejara en paz las entradas del teatro e hiciera lo que hizo él: Ir a los números y descubrir que por cada ticket de teatro se vendían 20 o 30 para ir al cine.
—¿Nos mienten, papá?
—Nos mienten, hijo.
—¿Por qué, papá?
—Porque son personas, y las personas quieren parecer más sofisticadas de lo que son cuando tienen a otra persona delante.
Y ahí probablemente le explicó que hay 4 cosas que no son lo mismo:
- Lo que queremos.
- Lo que pensamos que queremos.
- Lo que decimos que queremos.
- Por lo que pagamos en realidad.
Esto te lo cuento porque si existe un término completamente ambiguo que sirve para maquillar lo que realmente quieres, es la mal llamada tonificación.
Verás, la tonificación no existe.
Por eso, cuando alguien dice que quiere tonificar, no es realmente lo que quiere, es lo que dice que quiere.
Porque en realidad, lo único que esconde la tonificación es la ganancia de masa muscular y la pérdida de grasa corporal.
Eso es lo que en realidad quieres cuando ves un cuerpo atlético y en buena forma.
Eso es lo que admiras de esos cuerpos, una combinación de más masa muscular y menos grasa corporal.
Y esa es la diferencia entre el cuerpo que quieres y el que tienes ahora.
Lo que pasa es que por alguna razón a la gente le da miedo decir que quiere eso.
Así que prefieren utilizar un término menos intimidante como es la tonificación.
Pero si los michelines se te desbordan del cuerpo.
Si cuando saludas a la gente la parte de atrás del brazo sigue saludando por su cuenta.
Si no se aprecia donde termina el muslo y empieza la rodilla.
Lo que te hace falta no es tonificar.
Lo que te hace falta es ganar masa muscular y perder grasa corporal.
Así que no te engañes utilizando eufemismos ridículos como la «tonificación» y no tengas miedo a decir que lo que quieres es ganar masa muscular.
Porque aunque lo digas 3 veces en voz alta delante de un espejo, no vas a transformarte en un amasijo de músculos.
De hecho, nunca he conocido a nadie que de repente, se haya levantado un día con demasiado músculo.
Incluso si eso pasara (que no va a pasar), perder músculo es mucho más fácil que ganarlo, así que tener demasiado músculo no sería ningún problema porque para perderlo solo tendrías que hacer lo mismo que has estado haciendo hasta ahora.
En fin, que la próxima vez que digas que quieres tonificar, date cuenta de que en realidad lo que quieres es más masa muscular y menos grasa corporal.
Y si quieres que te ayude con eso, puedes echarle un vistazo a mi Programa de Optimización Corporal.
Podría haberle llamado programa de tonificación, seguro que me iría mejor.
Pero decidí llamarle como lo que es. Un programa donde te ayudo a optimizar tu forma física. Es decir, más masa muscular y menos grasa corporal.
Te apuntas desde aquí abajo: