El primer consejo financiero que aprendí en mi vida, lo aprendí hace muchos años en un viejo libro que se escribió en 1.926.
Se llamaba «El hombre más rico de Babilonia».
El libro trata sobre un hombre pobre que pide consejo a un hombre rico para saber cómo llegó a hacerse rico, y la regla de oro que le enseña es esta:
El primer 10% de todo lo que ganes, te pertenece a ti.
Eso significa, que el 10% de tu nómina es tuyo, no es de la compañía eléctrica.
Ni del banco.
Ni de Hacienda.
El libro no te enseña a ser un moroso. No te enseña a dejar deudas pendientes. Solo te enseña a ser financieramente independiente poniéndote a ti mismo en primera fila para cobrar.
Pasas de ser el último a ser el primero.
Este consejo egoísta de pagarte a ti primero, puedes aplicarlo para manejar mejor tus finanzas así como puedes utilizarlo para manejar mejor tu tiempo.
Ten en cuenta que, especialmente conforme nos vamos adentrando en la edad adulta, las responsabilidades se multiplican y eso puede convertirse en una losa muy pesada para tu vida, sobre todo si eres de los que les encanta ayudar a los demás.
La mayoría de la gente entra en la rueda de cuidar a los demás descuidándose ellos mismos por completo.
Tienen tantas responsabilidades con los de su alrededor que se quedan sin tiempo, sin energía y sin ganas de cuidarse ellos mismos.
Hombres y mujeres desviviéndose por sus padres, sus hijos, sus carreras profesionales, sus matrimonios… Esta apretada agenda que te impone el mundo moderno te hace pensar que vives por y para los demás.
Y lo peor de todo es que eso te hace sentir bien.
A todo el mundo nos gusta sentirnos útiles, a todo el mundo nos gusta que nos pidan ayuda, y a casi todo el mundo nos gusta la sensación de bienestar que tenemos cuando hacemos algo por los demás.
Sin embargo, seguir el consejo de pagarte a ti primero y priorizarte tú frente a los demás, no significa que no puedas cuidar de los demás. Al contrario, cuanto mejor cuides de ti mismo, mejor podrás cuidar de los demás.
Recuerda, el primer 10% es tuyo. El primer 10% de tu sueldo es tuyo así como el primer 10% del día también es tuyo y tú decides qué hacer con él.
No hay grandeza en cuidar de los demás si no sabes primero cuidar de ti mismo, y para eso es muy importante tener una estructura, unas reglas, una organización.
Por eso es importante aprender a invertir en ti mismo ese primer 10% de los recursos que tienes.
Porque eso va a ser lo único que va a darte rentabilidad.
A nivel financiero, a nivel de salud, a nivel de productividad y a nivel vital.
Usa ese 10% para hacerte un 1% mejor en algún área, y ya estarás muy por delante de la mayoría.
Por eso te hablo cada día de mi academia, porque mi academia no es una inversión en productividad, ni en finanzas, pero es una plataforma que cada euro que pones, te devuelve una mejor salud.
Y lo mejor de todo es que cuesta mucho menos que el 10% de tu nómina.
En fin, que si quieres invertir en ti, lo que yo puedo ofrecerte es un mejor estilo de vida.
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