Hace unos días, Ibai Llanos habló en una entrevista comentando entre otras cosas, sus dificultades para perder peso y hoy vamos a analizar esas dificultades y voy a intentar explicar por qué ocurren.
Además, veremos algunos consejos para que tanto Ibai como cualquier persona que se encuentre en su misma situación, puedan afrontar la pérdida de peso desde una perspectiva mucho más coherente.
«La gente se piensa que adelgazar es entrenar y ya está»
No, no lo es.
Mejorar tu cuerpo, no es una cuestión de entrenar, de hacer ejercicio, y fíjate lo que voy a decir, ni siquiera de alimentación. Porque si fuera así, en 12 semanas todo el mundo se transformaría. Por eso no me gustan esos retos, esas transformaciones de 12 semanas, porque directamente no funcionan.
Eso funciona si te quieres sacar el carné de conducir, o una oposición, o si quieres incluso prepararte para la velada de boxeo que él mismo organiza. Pero cambiar tu estilo de vida, no se hace en 12 semanas.
Esa es la razón principal de que yo apostara por una academia, y no por un programa, aunque a nivel comercial, un programa de «12 semanas para sacar abdominales» es mucho más comercial. Pero es que yo no creo en eso sencillamente porque no funciona, e Ibai ya se ha dado cuenta, ahora solo falta que te des cuenta tú.
«Mi cuerpo se ha acostumbrado a ciertos alimentos y a un cierto ritmo de comidas».
Esto respalda totalmente lo que he mencionado antes, y es algo que yo digo siempre. Desconozco la edad que tendrá Ibai, pero si llegar a la situación en la que estás ahora te ha llevado 25 años, es absurdo pensar que en 12 semanas estarás en una posición radicalmente opuesta.
Has pasado 1/4 de tu vida comportándote de una forma muy diferente a como deberías comportarte si lo que quieres es mejorar tu físico y tu estilo de vida.
De hecho, Robert Dilts, el consultor de programación neurolingüística (PNL), lo explica muy bien cuando habla de los 5 niveles lógicos de pensamiento:
- Identidad
- Creencias
- Capacidades
- Comportamientos
- Entorno
Cuando alguien quiere conseguir algo (como Ibai que quiere perder peso), siempre se centra en el comportamiento. Por eso todos hemos dicho esa frase de:
-Mañana salgo a correr.
El problema es que si ese comportamiento no está alineado con el resto de niveles, lo único que te quedará dentro de unas semanas será la fuerza de voluntad. Y eso es una auténtica lotería.
Imagina que estás en la puerta de un bar y alguien te ofrece un cigarrillo, ¿Cuál sería tu respuesta? El comportamiento de dos personas diferentes ante la misma situación puede ser idéntico. Ambos pueden rechazar el cigarrillo. Por ejemplo, si me lo ofrecen a mí, la respuesta sería bastante automática:
—No gracias, no fumo.
Es evidente que si no soy fumador, no voy a aceptar un cigarrillo. Pero mi comportamiento rechazando ese cigarrillo ha nacido de mi identidad.
Por otro lado, una persona que esté dejando de fumar, lo más probable es que diga algo como:
—No gracias, lo estoy dejando.
Es una respuesta razonable, pero en el fondo sigue creyendo que es una persona fumadora que está intentando ser otra cosa.
Cualquier comportamiento que adoptes, es un reflejo de tu identidad. Por ejemplo, la persona que se considera deportista, no tiene que convencerse a sí misma cada día para ir a entrenar, simplemente lo hace.
De igual forma, alguien que es vegetariano no tiene que forzarse a comer o a evitar ciertos alimentos. Simplemente es algo que forma parte de su identidad y esa identidad está alineada con el resto de estos niveles lógicos.
«El que está gordo sabe que está gordo»
Aquí Ibai expone algo que yo siempre he defendido: No se puede ayudar a aquel que no quiere ser ayudado.
Por eso, no entiendo en muchas ocasiones esas cruzadas que muchos entrenadores tienen contra el sobrepeso. El que está gordo sabe que está gordo.
Sin embargo, estar gordo no significa lo mismo que sentirse gordo. Por eso hay gente que objetivamente está gorda, porque objetivamente si tienes un IMC superior a 25 estás gordo, y si tienes más de 30 (que es lo que tendrá Ibai) es tener obesidad.
Y eso es algo objetivo, y la palabra gordo yo la uso mucho, no para herir a nadie, pero hay que llamar a las cosas por su nombre, por muy bien que tú te sientas con tu cuerpo, estás gordo, y es una realidad. Por eso yo siempre digo que estar gordo es tener demasiada grasa corporal, pero sentirse gordo es cuando esa grasa corporal que tienes, te mina la autoestima y te quita la moral.
Así que no, estar gordo y sentirse gordo no es lo mismo.
«Me duele el cuerpo, estoy cansado, quiero dormir».
Tener sobrepeso te hace estar mucho más cansado de lo habitual y ser más perezoso. El problema es que es como una auténtica bola de nieve, porque si no se hace nada para evitarlo, esas sensaciones van a aumentar exponencialmente.
Verás actualmente ya se está hablando de la «obesidad sarcopénica», ¿Qué significa esto? Bueno pues la sarcopenia es la degradación de la masa muscular por la edad. Cada año, si no haces nada para evitarlo vas a perder masa muscular, y eso te va a condicionar tu tasa metabólica basal, además de muchas otras cosas con lo que mantener tu peso cada año te cuesta más.
Por eso hay gente que va engordando poco a poco y dicen que no saben cómo ha pasado porque ellos hacen lo mismo de siempre. Pero aunque hagan lo mismo de siempre, les afecta de una manera diferente. Por eso gente delgada con 30 años, están como toneles con 50, sin haber cambiado nada de lo que hacen.
El problema de verdad viene cuando se introduce la obesidad en la ecuación. Porque cuando una persona tiene un fuerte sobrepeso, se siente justo como ha descrito Ibai (cansada, perezosa, aletargada, sin energía…), con lo cual, ese cansancio crónico que tienes, te lleva a moverte menos. Cuanto menos te mueves, más masa muscular pierdes. Cuanta más masa muscular pierdes, más se reduce tu tasa metabólica basal y por tanto más facilidad tienes para engordar, y cuanto más engordas, más cansancio sientes y menos ganas de moverte tienes.
Es el círculo de nunca acabar. Por eso tienes que poner remedio AHORA.
«Tengo un trabajo que me lleva muchas veces a la comida rápida, al mal horario y a comer lo primero que pillo por casa»
Aquí Ibai resume otra cosa que quien me siga habitualmente, estará harto de escucharme, y es que la clave para llevar una buena alimentación, es la organización.
No son los conocimientos de nutrición, que también pueden ayudar por supuesto, pero yo conozco personalmente nutricionistas que están gordos y seguramente sepan mucho más de nutrición que yo, pero la clave está en la organización y en planificar.
Porque si tú no tienes un plan, vas a ir como una veleta, pero si tienes un plan, tienes una hoja de ruta, que te puedes saltar por supuesto, pero al menos ya tienes algo a lo que agarrarte, y puedes ir aprendiendo a lo largo del camino.
Si esta semana has tenido un 60% de adherencia, voy a trabajar para que la semana que tiene tenga un 65%. No es perfecto y puede que ni siquiera consigas perder peso así, pero ya has mejorado. Porque como he dicho antes, no se trata de que en 12 semanas estés de una determinada manera, o que hayas perdido tantos kilos, se trata de confeccionar un nuevo estilo de vida y eso nunca acaba, hasta que te metan en una caja de pino.
«Hay días en los que si yo me tengo que comer una ensalada y luego ir al gimnasio, me hubiese pegado un tiro en las pelotas»
xD xD
La verdad, no me quiero meter en el tipo de dieta que haya hecho Ibai, pero si es verdad que a lo largo de la entrevista menciona varias veces las ensaladas, y quiero dejar claro que alimentarse a base de ensaladas es absurdo, más que nada porque aunque a nivel físico puedas hacerlo porque cuando tienes un fuerte sobrepeso, el cuerpo tiene energía de sobra para utilizar y no va a suponer un problema físico.
El problema es a nivel psicológico que te entra una mala hostia como dice él muy heavy. Pero esto no debería pasar, si esto ocurre es que tus niveles calóricos son excesivamente bajos. Porque esto sucede cuando estás cercano al 10% de grasa corporal, incluso por debajo dependiendo de la genética de la persona. Ahí si que puede suceder eso, y de hecho sucede, pero ¿Por qué sucede? Porque llevas una dieta miserable, tienes que entrenar con pesas y tienes que hacer 2 horas de cardio si quieres mantener ese nivel de grasa corporal que es insostenible por definición.
Pero en el caso de Ibai eso no debería suceder, eso en mi opinión es una mala planificación.
Mis recomendaciones a Ibai y a cualquiera que lea esto y se encuentre en su misma situación
- No te pongas fechas. Ni 12 semanas ni hostias.
- Debes trabajar en transformar tu identidad, no en transformar tu cuerpo. No puedes pretender seguir siendo la misma persona.
- Al principio, la disciplina será importante, pero poco a poco, la disciplina conduce a los hábitos, los hábitos a la constancia, y la constancia a los resultados.
Reflexiones Finales
Cuando dices «No» al bollo, o al bocata de jamón, la gente se queda con que está renunciando a algo, pero en realidad, estás diciendo que «No» al bollo, pero estás diciendo «Si» a tu cuerpo. Y eso es lo que tienes que pensar, no en lo que estás renunciando, sino en lo que estás ganando.
Si no es así, siempre tendrás la mentalidad de llevar una vida miserable porque parece que tienes que renunciar a todo, pero no es cierto, cuando dices «No» a un bollo, en realidad estás diciendo «Si» a tener un más saludable estilo de vida, a ir a la playa, quitarte la camiseta y sentirte a gusto con tu cuerpo, a ser capaz de ir a montar en bici con tus hijos y que no te dejen atrás en la tercera calle, a subir las escaleras de tu casa mientras hablas por teléfono y no ahogarte…
No estás diciendo que «No» a un bollo, estás diciendo que «Si» a todas esas cosas. Por eso me gusta pensar, que decir «No» es una decisión, pero decir «Si» es una responsabilidad. Una responsabilidad que tienes contigo mismo, una responsabilidad con tu pareja, una responsabilidad con tus hijos. Se lo debes a ellos, y por encima de todo, te lo debes a ti mismo. Así que no pienses en lo que vas a renunciar, sino en lo que vas a ganar.
