El Fitness más allá del aspecto físico

vida fitness

Más allá de los hashtags de las redes sociales tales como #instafit #fitnesslife #fitnesslover #fitnessaddict y otros términos sin sentido, el fitness es mucho más que eso.

El término fitness no existe en nuestro vocabulario de forma oficial. No pertenece a nuestro idioma, pero si buscamos su definición original vemos que se define como:

La condición de tener una buena salud y un buen estado físico.

Como ves, el primer concepto al que hace referencia es salud. La salud no tiene nada que ver con la cantidad de masa muscular que puedes exhibir en la playa, tampoco está relacionada con tener un porcentaje de grasa del 5, del 10 o del 12%  y tampoco tiene nada que ver con cálculos matemáticos ni con contar macros, ni siquiera con añardir «fit» al nombre de una receta (véase brownie fit, natillas fit, pastel fit, tortitas fit etc.). El fitness va más allá, es la búsqueda de la salud mental y física a través de tu estilo de vida.

Pero como todo en la vida, cada uno tiene su propia interpretación de un mismo concepto.

¿Qué es el fitness para mi?

Para mi, el fitness no se basa en exhibir en videos mi cocina blanca inmaculada y enseñar recetas utilizando alimentos de moda como quinoa, sémola de trigo, harina de centeno, semillas de chía y otros productos light y «saludables» que nos venden en el supermercado. Tampoco concibo el fitness como una competición (-¿Cuánto levantas en press de banca?) ni siquiera como una comparación entre distintos físicos. En mi opinión, lo «fit» que es cada uno no se puede exhibir, no es algo que nadie más pueda ver, es algo interno, es algo que te impulsa a ser mejor cada día, cada hora, cada instante. Pero no se trata de ser mejor que nadie, sino mejor que tú.

En mi opinión, el concepto fitness está erróneamente utilizado, centrado únicamente en el aspecto de tu cuerpo, pero tu mente tiene también un papel muy importante que a veces es menospreciado. Un error muy grave.

El poder de tu mente es ilimitado y el cuerpo debe trabajar al servicio de ella, pero ambos deben funcionar en perfecta conjunción para poder obtener el máximo rendimiento. Para considerarte fitness, debes tener la suficiente energía y habilidad como para desempeñar cualquier acción de tu vida diaria con facilidad y eficiencia.

Como ves, es algo muy ambiguo, no significa hacer un peso muerto con 200 kilos, ni poder hacer 50 burpees seguidos, ni tener un bíceps de 50 cms, pero a la vez, todas estas características están relacionadas. En nuestra vida diaria no nos enfrentamos a ninguna de estas situaciones, nada de esto es funcional por mucho que el Crossfit se empeñe en lo contrario. En nuestro día a día no necesitamos levantar 200 kilos desde el suelo, ni tenemos que hacer burpees en nuestro trabajo (a menos que seas militar o cualquier otro cuerpo especial) ni necesitamos 50cms de bíceps para coger la taza del desayuno del armario de la cocina. Sin embargo, lo que marca la diferencia es la mente y la adquisición de nuevas cualidades no solamente físicas, sino mentales como la autoconfianza, la disciplina, la capacidad de trabajo, la superación personal… Todas estas cualidades sí son aplicables en el mundo real y sí son útiles e incluso necesarias en el resto de ámbitos de tu vida personal. Eso para mí es el fitness.

En mi caso, el gimnasio me ha dado todas esas capacidades que ninguna otra cosa podría haberme dado. No me malinterpretes, todo eso puede obtenerse a través de muchos otros caminos, pero para mi, el gimnasio fue el camino que lo consiguió. Todos esos valores que poco a poco he ido desarrollando, son los mismos valores que intento inculcar en mi programa de coaching para que más gente pueda beneficiarse de lo que el fitness le puede aportar a tu vida.

Si tienes desórdenes alimenticios de cualquier tipo, si vives obsesionado con la comida, si no puedes pasar un día sin utilizar myfitnesspal, si crees que por irte de vacaciones vas a perder toda tu masa muscular, si te gastas más dinero en suplementos que en comida, si te sientes culpable después de comerte un postre, o si te vas arrastrando por las esquinas porque tu alimentación no te permite funcionar correctamente, no eres fitness. Puede que creas que estás llevando una vida fitness, que eres «fit», pero en realidad, si tu cuerpo no sirve a la mente, no es una vida fitness, es solo una vida, quizás la vida de tu elección, pero no una vida fitness.

Ten en cuenta que el fitness no hace referencia al ejercicio. Creo que en todo el artículo no he utilizado la palabra entrenamiento ni una sola vez y eso es porque el entrenamiento no te hace ser fitness, lo que diga el espejo no te hace ser fitness ya que por muy buena imagen que tengas frente al espejo si tu cuerpo no tiene los recursos y no es capaz de enfrentar  las actividades de tu vida diaria, no te engañes, eso no es ser fitness. Por eso, aunque parezca extraño, los culturistas de competición no tienen nada que ver con el fitness, y ellos lo saben. Cuando toman la decisión de competir no pretenden ser más fitness que nadie, sino llevar su cuerpo a un cierto estado de forma extremo, insostenible e insaludable para una fecha determinada. Pero hay mucha gente que utiliza el espejo como único juez para determinar si eres fitness o no lo eres y eso no es correcto.  La palabra fitness es un concepto mucho más amplio, mucho más global. Puedes ser una persona muy fitness sin haber pisado un gimnasio nunca. Recuerda que el fitness es un estilo de vida, pero no una vida.


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