El lado oscuro de los «Influencers Fitness» y como se aprovechan

¿Qué es un influencer fitness y por qué los seguimos?

El fenómeno de los influencers fitness ha conquistado las redes sociales. En Instagram, TikTok o YouTube, hay miles de cuentas que promueven rutinas de entrenamiento, suplementos milagrosos, y estilos de vida que prometen transformar tu cuerpo. Estos perfiles son seguidos por millones de personas que buscan motivación, guía y, en muchos casos, una fórmula para verse como ellos.

Pero ¿qué define realmente a un influencer fitness? No es solo alguien que sube vídeos haciendo sentadillas o enseñando abdominales. Es una figura que construye una marca personal alrededor de su físico, su rutina y sus hábitos. Pero sobretodo de su cuerpo. Se convierten en referentes aspiracionales, no solo por lo que hacen, sino por cómo se ven frente al espejo.

Y ahí es donde empieza el problema.

https://youtu.be/o2lSWmpZ3qw

El cuerpo perfecto: ¿inspiración o trampa visual?

Vivimos en una era dominada por las imágenes. El cuerpo del influencer fitness no solo es su herramienta de trabajo, es su escaparate. Esa estética pulida y aparentemente alcanzable se convierte en un estándar que muchas personas desean como objetivo personal.

En tus redes sociales probablemente sigas a alguien al que acudes habitualmente para obtener consejos para ponerte en forma, bajar de peso y, en definitiva, verte bien. A lo mejor has contratado alguna de estas «asesorías», hecho un curso para marcar abdominales en 8 semanas, o compras fielmente los suplementos que recomiendan con la esperanza de algún día verte como ellos.

Pero alguien tiene que decírtelo con claridad: NUNCA TE VAS A VER COMO ELLOS.

La dura realidad que nadie te dice sobre los influencers fitness

Ni siquiera yo, que también soy entrenador y me dedico a ayudar a las personas a verse mejor, sentirse mejor y rendir mejor, podría competir con el cuerpo de estos influencers que parece que le tienen alergia a las camisetas.

Y esto no es una crítica gratuita. Es una realidad que muchos evitan mencionar porque no vende. La verdad es que esos físicos que vemos como objetivo no son consecuencia de los consejos que te dan. Son resultado de genética privilegiada, años de entrenamiento, ayudas químicas en muchos casos, y una estrategia de exposición visual que no tiene nada que ver con la salud ni con el bienestar.

Recientemente vi una escena en la película El Apostador que ilustra muy bien esta idea. Un profesor pregunta a un alumno que es campeón de tenis: “¿Cuánto tiempo pasó hasta que te volviste así de bueno?”. El alumno responde: “¿En serlo o en darme cuenta?”. El profesor insiste: “¿Qué pasó cuando te diste cuenta de que eras mucho mejor que los demás?”. El tenista contesta: “Me empezó a interesar el juego”.

Y eso es exactamente lo que pasa con muchos influencers fitness. Se dan cuenta de que tienen una ventaja genética, que son visualmente impactantes y deciden explotarlo. Pero no son modelos a seguir, son simplemente la excepción genética.

Por eso, aunque te levantes a las 5am, medites, te des baños de agua fría y comas aguacate con avena, nunca te verás como ellos. Porque no se ven así por hacer lo que te dicen que hagas tú. Se ven así porque son influencers fitness. Y si tú te ves como un influencer fitness, probablemente deberías dedicarte a ser uno.

Sesgo del superviviente: el truco psicológico más usado en el marketing del fitness

Aquí es donde entra uno de los trucos más sutiles pero efectivos del marketing de este sector: las fotos de “antes y después”.

Cuando uno de estos portentos genéticos empieza a tener clientes y publica las famosas fotos comparativas, está usando un sesgo cognitivo muy poderoso: el sesgo del superviviente.

Este sesgo nació en la Segunda Guerra Mundial cuando los americanos analizaban los aviones que volvían de combate con impactos de bala. Como no podían blindar todo el avión porque pesaría mucho y perdería agilidad, decidieron reforzar las partes más dañadas… Esto era lo más lógico hasta que alguien se preguntó: ¿y los aviones que no regresaron? Resultó que los impactos de bala de los aviones que tenían delante eran el resultado de los aviones que conseguían regresar, pero los aviones que faltaban eran los que esos impactos de bala habían derribado.

Del mismo modo, las fotos de antes y después te muestran el 1% de los mejores resultados. Te enseñan los aviones que regresaron. Y tú, viéndolo desde casa, crees que eso es lo normal.

Pero no lo es.

No tiene sentido contratar a un entrenador pensando que algún día te verás como él pero tampoco tiene sentido pensar que podrás verte como el mejor 1% de sus clientes. Además, cuando ese entrenador se vuelve más popular, tiene más clientes y por tanto más casos impactantes, aunque el porcentaje de éxito siga siendo exactamente el mismo. Solo que ahora es un 1% de un número más grande.

La genética no se compra: por qué nunca te verás como ellos

Esto puede parecer desalentador, pero es todo lo contrario. Liberarte de la ilusión de que necesitas parecerte a tu ídolo es el primer paso para empezar a trabajar en ti.

Piénsalo de esta forma: imagina que quieres aprender a jugar al tenis y compras el curso de Rafa Nadal. Incluso si te apuntas a su academia o te compras un Kia, jamás vas a jugar como Rafa Nadal. Pero eso está bien, porque Rafa puede enseñarte cosas que te hagan mejor jugador de lo que eras antes.

Y ahí está la clave.

No necesitas parecerte físicamente a quien admiras. Necesitas tener un plan, una estrategia, una guía que se adapte a ti.

Da igual que me contrates a mí o a otro entrenador, mis planes no son mágicos. Si vas al gimnasio y aplicas los principios básicos, trabajas duro y eres constante, verás resultados. Porque el verdadero progreso no está en parecerte a alguien más, sino en mejorarte a ti mismo.

¿Y entonces para qué seguirlos? El valor real detrás del contenido fitness

No todo es negativo en el mundo del influencer fitness. Muchos de ellos son buenos profesionales, con años de experiencia, y ofrecen contenido de gran utilidad. Incluso aquellos que basan su éxito en su físico pueden aportar ideas o simples recordatorios de mantenerte activo.

La clave está en cómo consumes ese contenido.

Si lo haces con criterio, sabiendo que no necesitas replicar sus resultados, sino adaptar sus enseñanzas a tu realidad, entonces sí que pueden ayudarte. Porque aunque tú nunca vayas a verte como ese físico imposible de Instagram, puedes estar mejor de lo que estás ahora. Puedes dormir mejor, tener más energía, aumentar tu fuerza y confianza.

Yo, personalmente, intento ser uno de esos profesionales. Mi enfoque no gira en torno a mostrar fotos de transformaciones milagrosas ni venderte sueños inalcanzables. Lo que propongo es realismo, sensatez, y un trabajo conjunto para ayudarte a mejorar tu forma física desde tus propias capacidades.

Es decir, mis programas no son tan sexys. No prometen abdominales en 8 semanas ni cuerpos de portada, pero tampoco insultan a tu inteligencia. Y te aseguro que si los sigues, vas a mejorar tu posición actual. Y de eso es de lo que se trata.

Por lo que, si estás buscando un entrenador, revisa el mercado. Mira las transformaciones imposibles, los cuerpos esculpidos por Photoshop, y pregúntate: ¿esto tiene que ver conmigo? ¿Es posible que solo me estén vendiendo una ilusión?

Tú decides que hacer a partir de ahora, pero si en algún momento crees que yo puedo ayudarte, aquí te dejo mi Programa de Optimización Corporal. No encontrarás fotos de antes y después, no porque no las tenga, sino porque no deberían decirte nada.


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