Contar calorías vs Plan de alimentación

Hoy voy a plantear una hipótesis sencilla ¿Querrías estar contando calorías para el resto de tu vida? Sin embargo, el contar calorías es la estrategia que muchas veces se utiliza para perder peso. Y por supuesto es una estrategia efectiva.

La pregunta es ¿Durante cuanto tiempo? Por eso hoy vamos a ver la diferencia que hay entre contar calorías y tener un plan de alimentación. Vamos a ello.

Déficit calórico y contar calorías

Para perder peso se necesita un déficit calórico, y contar calorías mediante una herramienta es una opción para generar ese déficit. Por tanto, contar calorías funciona.

Quiero matizar la diferencia que hay entre contar macros y contar calorías. Si tú eres de los que dicen «yo no cuento calorías, yo cuento macros», estás diciendo algo que no tiene sentido porque esos macros tienen calorías igualmente.

Por ejemplo, si sabes que has estimado que tu cuerpo gasta 2.000 calorías, pues ya sabes que si solamente metes 1.500 calorías bajarás de peso.

El problema es que esto al principio se toma con entusiasmo. Pero poco a poco acabas dejando de contar. Y cuando dejas de contar vuelves a pasarte con las calorías.

Con lo cual vives en una trampa donde cuando no cuentas lo que comes, engordas. Pero al mismo tiempo has comprobado que no vas a poder contar calorías para siempre. Lo que significa que esa perdida de peso que puedas conseguir ahora, no va a durar para siempre.

¿Solución?

El Plan de Alimentación

Aunque contar calorías sea una estrategia efectiva, si estamos de acuerdo en que no es sostenible en el largo plazo, entonces no es una estrategia firme.

Yo digo siempre lo mismo: Si vas a cambiar tu estilo de vida siguiendo una estrategia que sabes que no vas a poder sostener con el paso de los años, te vas a acabar estrellando.

Por eso el plan de alimentación es mucho mejor, especialmente cuando te lo confeccionas tú mismo, porque tiene el componente de conteo calórico pero al mismo tiempo tiene la estructura que contar calorías no tiene.

Eso significa que vas a saber qué vas a comer. El cuerpo siempre busca la rutina y lo predecible. Los seres humanos estamos programados para rechazar la incertidumbre.

Por eso está ahora tan de moda la obesidad y la gordofobia y estas historias. Porque muchas veces asumimos que la obesidad es un problema con las matemáticas (comes más de lo que gastas). Pero en realidad, es un problema emocional, psicológico, conductual, fisiológico… Es decir, es mucho más complejo para que la solución sea come menos y muévete más.

Es lo que digo siempre, decir come menos y muévete más es como jugar un partido de fútbol y que tu entrenador te diga que para ganar el partido tienes que meter más goles que el rival.

Por eso, un plan de alimentación es un plan. Un plan que puede no ser el adecuado, pero la ventaja de tener un plan es que puedes modificarlo.

Esa es la razón de que un plan de alimentación sea tan importante, porque te ayuda a saber no solo cuánto vas a comer sino qué vas a comer y en qué momentos. Te lo da todo resuelto. Y esto se hace incluso más evidente cuando tú mismo te has diseñado ese plan.

El problema que tienen muchas veces los planes de alimentación es que te lo da un tercero. La clásica dieta de cajón. Y eso está condenado a fracasar porque aunque sea la dieta perfecta para ti, solo puede ser perfecta si la sigues.

Y si te la están imponiendo, no la vas a seguir. Por eso yo creo que ni yo ni nadie debería imponerte su forma de comer y que deberías ser tú quien te diseñaras un plan de alimentación. Porque cuando eres tú el que lo diseña ya no hay excusa para no ejecutarlo. Si lo has hecho tú, no puedes decir que no te guste. Porque si no te gusta lo cambias.

Por eso en la academia lo primero que hacemos es aprender a diseñar un plan de alimentación y ahora con el planificador nutricional es incluso mucho más fácil porque tomamos en cuenta no solo las cantidades de calorías o de macronutrientes sino de micronutrientes.

Plan de Alimentación VS Contar Calorías

Basar tu alimentación en contar calorías es salir al campo sin un plan. O salir al escenario a cantar sin haber preparado ninguna canción. Es salir a improvisar.

Y hay gente que improvisar se les da mejor y otra gente que improvisar se le da peor. Pero incluso a ese que se le da bien, llegará un momento que se cansará de improvisar y abandonará.

Por eso necesitas un plan de alimentación, para poder tener el control de todas las variables. Y sí, al crear tu plan de alimentación tendrás que contar las calorías, pero ese conteo calórico forma parte del plan, esa es la diferencia, que el plan es el plan de alimentación, no es el contar calorías.

Al final, contar calorías te da una falsa sensación de control que en realidad no tienes primero porque las calorías tampoco son exactas y depende de qué base de datos utilices y segundo porque probablemente las cantidades tampoco lo sean. Y si algo no va bien, no sabes por qué no va bien, no sabes cuando se ha producido ese error, no sabes si es porque has anotado mal, porque la base de datos está corrupta o lo que sea. Estás a ciegas porque vas sin un plan.

Sin embargo si tienes un plan de alimentación y algo no va bien solo tienes que cambiar el plan.

Y puede que pienses que tener un plan de alimentación es algo muy restrictivo, pero solo es restrictivo cuando te lo imponen, cuando lo has creado tú simplemente es una decisión voluntaria. Porque como decía Paulo Coelho:

Las reglas y la libertad no son mutuamente excluyentes, sino dependientes.

Así que para tener más libertad necesitas tener más reglas y esas reglas conforman el plan de alimentación


¿Cuál es tu perfil metabólico?

Descubre cuál es tu perfil metabólico y aprende qué estrategias debes seguir para optimizar tu metabolismo

Perfil metabólico

Deja un comentario