Como ahorrar (mucho dinero) en material para entrenar en casa

Una de las creencias más populares (y equivocadas) que tiene la gente, es que entrenar en casa es gratis.

Es cierto que el ahorro de dinero puede ser muy significativo si lo comparas con entrenar en un gimnasio comercial.

Pero eso no significa que entrenar en casa no tenga un coste.

Para empezar, el coste «silencioso» y el que nadie ve, es el coste de oportunidad.

Básicamente que hayas decidido entrenar en casa, implica que has renunciado a entrenar en un gimnasio.

Ese es el primer coste que tienes, pero hoy no quiero hablarte de esto, quiero hablarte del coste de verdad, del que se nota en la cartera.

Cuando das ese paso para entrenar en casa, ya debes tener claro que vas a necesitar hacer un desembolso inicial.

Si, por supuesto, también puedes optar por entrenar en casa sin material.

Al fin y al cabo, millones de vídeos de YouTube no pueden estar equivocados…

El problema de esto es que si entrenar en casa ya es una limitación (recuerda que tu primer coste es renunciar a un gimnasio), no puedes limitarte aún más porque un señor o una señorita te diga en un vídeo que haciendo su rutinilla de 7 minutos te vas a poner en forma.

Esto no funciona así, y aunque pueda ser viable entrenar sin material, no es lo más recomendable y puesto que una de las ventajas principales con respecto a entrenar en un gimnasio comercial es el ahorro de dinero, creo que sería muy inteligente dedicar una parte de ese dinero a conseguir material para entrenar en casa.

¿Qué material?

Pues depende de con quien hables, te recomendarán una cosa u otra.

Tal y como lo veo yo, lo que siempre he recomendado y lo que les recomiendo a todos los alumnos que se inscriben en la academia, es que empiecen con solamente 3 cosas.

Unas mancuernas ajustables.

Las mancuernas son una herramienta bestial para añadir resistencia de una forma cómoda, versátil y práctica.

Y el hecho de que sean ajustables te permitirán adaptar la resistencia para diferentes ejercicios.

Un fitball.

Un fitball es una de esas pelotas grandes que se usan en algunas clases colectivas.

Sinceramente, no soy muy fanático de ese elemento de inestabilidad que te ofrece el fitball (por ser una esfera), pero es una buena forma de poder manipular la posición de tu cuerpo igual que harías con un banco de entrenamiento.

Solo que el fitball es infinitamente más barato.

Unas bandas elásticas.

Las bandas elásticas son la única forma (además de las poleas y máquinas de los gimnasios) de poder modificar la dirección de la resistencia sin modificar la posición de tu cuerpo.

Por eso entre otras cosas son tan valiosas.

Por eso y por el coste que tienen, que es muy bajo.

Además las puedes guardar en cualquier sitio y no te ocupan apenas espacio en casa.

Eso si, asegúrate siempre de comprar las bandas elásticas en packs.

De la misma forma que te he recomendado mancuernas ajustables, tiene el mismo sentido que puedas disponer de bandas elásticas de diferentes resistencias.

Tener solo una «banda elástica roja» es lo mismo que tener una mancuerna de 5 kg. Habrá ejercicios para lo que esa resistencia sea adecuada y ejercicios para los que no.

Por eso ¡Cómpralas siempre en pack!

Con esto puedes tener un gimnasio casero relativamente versátil y sobre todo económico.

Comprar todo esto no te costará mucho más de 2 mensualidades en un gimnasio comercial, con lo que en un par de meses lo tendrás amortizado.

A partir de aquí, podrás ir ampliando el gimnasio a medida que vayas ahorrando y podrás añadir otros equipamientos.

En el curso de «Cómo montar un gimnasio en casa» te explico cuáles son los siguientes elementos que deberías incorporar a tu gimnasio.

Si quieres hacer este curso (y todos los demás), lo tienes dentro de la academia.


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