Aprovechando que recientemente hemos comenzado con el curso para enseñaros a diseñar vuestro propio plan de alimentación en la Academia, hoy voy a hablar precisamente de planes de alimentación.
Si seguís mis contenidos, sabréis ya que no soy muy fan de ninguna dieta o sistema de alimentación «estándar» (dieta paleo, ayuno intermitente, dieta cetogénica, low carb, dieta de la zona…) Especialmente si la estrategia de alimentación tiene nombre propio. Eso es una bandera roja.
Incluso la misma palabra dieta ya me genera un poco de rechazo, y por eso siempre suelo utilizar «plan de alimentación» en lugar de dieta o «estrategia de alimentación» en lugar de dieta porque realmente la palabra dieta ya tiene connotaciones negativas. De hecho, en inglés estar “on diet” significa estar a dieta para perder peso, para adelgazar. Lo que implica que hay un momento, un periodo que estás a dieta y otro periodo más largo donde estás fuera de la dieta, o no haces dieta. Y luego posteriormente vuelves a estar a dieta otra vez.
Y yo no soy muy partidario de esto porque creo que independientemente de nuestros objetivos físicos siempre deberíamos tener un plan de alimentación. Lógicamente adaptado a nuestros objetivos y necesidades en cada momento, pero no se trata de entrar y salir de una dieta.
Por eso es importante mantener un plan de alimentación. Y no un plan de alimentación cualquiera sino un plan de alimentación que cumpla los siguientes requisitos:
1 Estructura
Esto es muy importante porque sin estructura, te va a ser muy difícil adherirte a él porque siempre vas a estar pensando en qué comer.
Cada decisión nos cuesta energía mental, y esa energía mental deberías colocarla en los planos de tu vida que realmente te hiciera falta (en tu trabajo, con tus hijos, pareja…) pero no deberías gastarlas en cosas como ¿Qué voy a comer hoy? o ¿Qué me pongo? Esas cosas deberían estar resueltas y automatizadas.
2 Variedad
Un plan de alimentación debe tener variedad, primero para beneficiarte de introducir los máximos alimentos posibles para tener varios perfiles de aminoácidos, de ácidos grasos… Y luego también para no aburrirte.
Entonces tiene que haber varias opciones, aunque hemos hablado antes de la fatiga de decisión, dentro del plan debería haber algún margen para elegir.
No es lo mismo decir ¿Qué como hoy? y abrir el frigorífico y elegir algo de ahí, que decir ¿Qué como hoy, pollo o ternera? Sigue siendo una decisión pero es una decisión mucho más simple y fácil de tomar.
3 Palatabilidad
Tienes que disfrutar con lo que comes. Por eso a mi no me gusta imponerle mi forma de comer a nadie. Yo te puedo decir que para cenar una ensalada con pescado blanco es ideal, y puede que sea una cena genial, aprobada por 9 de cada 10 nutricionistas pero si a ti no te gusta, si te repugna la idea, pues no tiene mucho sentido que lo hagas.
4 Control calórico
Al menos tienes que intuir las calorías que te está proporcionando el plan de alimentación.
Si tienes un entrenador, no hace falta que te preocupes por esto porque ya lo hará él, pero si eres tú el que diseña tu propia alimentación, entonces debes saber lo primero cuál es el objetivo calórico del plan de alimentación (si quieres bajar de peso será consumir menos calorías, si quieres ganar músculo será comer más calorías), y luego que el plan de alimentación que hagas, cumpla con esta premisa de estar por arriba o por abajo de tus calorías de mantenimiento.
5 Flexibilidad
Este es el punto contrapuesto a la estructura.
La estructura está genial, pero no somos robots y por eso no siempre vas a poder seguir la estructura que hayas marcado porque en la vida ocurren cosas: Cumpleaños, bodas, salidas con amigos…
Entonces el plan de alimentación debe darte al menos la cobertura de poder actuar en esas situaciones y aunque no estés siguiendo el plan, saber qué puedes hacer. Por eso, lo que te debe permitir el plan es jugar fuera del plan. Flexibilidad.
Y estas serían las 5 claves de un buen plan de alimentación. Que de hecho, cuando llegué a esta conclusión de que cualquier plan de alimentación debería cumplir estas 5 claves, fue cuando quise crear una forma de tener un plan de alimentación que las cumpliera, y entonces fue cuando creé este sistema de porciones que empecé a utilizar con mis clientes del programa de coaching que la verdad que están encantados precisamente por eso, porque son planes de alimentación que cumplen con todas estas cosas, con esas claves.
Y ahora este sistema de porciones lo voy a mostrar en el curso de la academia sobre como diseñar un plan de alimentación, para que podáis construir el vuestro propio que sea individualizado, a vuestro gusto, seleccionando los alimentos que más quieras etc.
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