Hay alguna gente que me dice que en ocasiones soy demasiado duro con las personas que tienen sobrepeso.
Yo no lo veo así.
Nunca me dirijo a nadie de forma directa y personal y creo que menospreciar a alguien por tener sobrepeso es bastante ridículo.
Pero es igualmente ridículo pretender que ese sobrepeso no supone un problema.
De la misma forma que es igualmente ridículo pretender que ese sobrepeso no está ahí, porque si que lo está.
Y aunque cada día puedes ver reflejado ese sobrepeso en el espejo, el exceso de peso que tienes está en otros muchos sitios que nunca ves.
Porque el exceso de peso en tu cuerpo se le llama obesidad.
Pero el exceso de peso en tus articulaciones se le llama osteoartritis.
El exceso de peso en tus vías respiratorias se le llama apnea del sueño.
El exceso de peso en tu sistema circulatorio se le llama infarto.
El exceso de peso en tu esperanza de vida se le llama muerte prematura.
El exceso de peso en tu autoestima se le llama depresión.
El exceso de peso en tu hígado se le llama hígado graso.
El exceso de peso en tu vitalidad se le llama fatiga crónica.
Y eso es algo que no se puede ignorar.
Por eso yo nunca señalo a la persona que tiene sobrepeso. Señalo los problemas que vienen de la mano con el sobrepeso.
Y no lo hago desde una superioridad moral, lo hago porque si alguien se encuentra en esa situación, lo último que necesita que le digan es que todo está bien.
No, no está bien.
Estás machacando tu cuerpo y lo peor de todo, es que cada año será un poco peor.
Por eso necesitas darte cuenta de lo que está pasando. Necesitas conocer que ese exceso de peso que tienes no solamente está afectando a tu talla de ropa, está afectando a tu libertad, a tu economía, a tu desempeño físico y mental, a tu agilidad, a tu estrés.
En una palabra: A tu bienestar.
Y la gente necesita escucharlo.
No necesita que le aplaudan por subir una foto en bañador en la playa.
Eso no es de valientes, como tampoco es cobarde quien no la sube.
Al que hay que aplaudir es al que decide que esa situación tiene que cambiar y trabaja para que eso suceda.
Pero por alguna razón, en lugar de aplaudirlo lo cuestionamos.
Le decimos que tiene que aceptarse tal y como es para cercenarle cualquier impulso que pueda tener por cambiar.
¡No necesitas cambiar, es la sociedad la que se tiene que adaptar!
Ese es el mensaje de mucha gente, concretamente de la gente que no le gusta que otra gente trabaje y se esfuerce más que ellos.
Es muy molesto ver que a tu alrededor la gente se sacrifica por mejorar su situación actual, porque eso me recuerda constantemente que yo no lo estoy haciendo.
Por eso yo no tengo ese mensaje, porque me parece un mensaje vacío, falso y comunista.
Entonces… ¿Mi mensaje es controvertido? Bueno, mi mensaje es que cumplas con aquello que te has comprometido a hacer.
Que eso sea controvertido dice mucho de la sociedad que estamos creando.
En fin… Para lo de trabajar en una mejor versión de ti mismo, es aquí abajo:
