Los objetivos «SMART» ¡NO SIRVEN! (te explico por qué)

Con la llegada del nuevo año, como todos los años, los objetivos son el tema estrella y todo el mundo está ya planteándose este 2024 y escribiendo sus objetivos y sus propósitos. Y con poquito que busques en internet, verás que la forma más habitual de aplicar objetivos es usar la metodología SMART, conocida por ser específica, medible, alcanzable, realista y basada en el tiempo, y como te podrías esperar, yo estoy aquí para decirte que no la uses, y por supuesto voy a decirte qué hacer en su lugar. Vamos a verlo

Objetivos SMART: ¿Un Enfoque Limitado?

La metodología SMART ha demostrado su eficacia en objetivos concretos y cuantificables, como por ejemplo, obtener el carné de conducir. Una vez que cumples el objetivo, te olvidas del objetivo.

Sin embargo, en el caso de metas más complejas, especialmente aquellas relacionadas con el cuerpo humano, puede no ser la herramienta más efectiva.

¿Qué sucede después de cumplir el objetivo SMART? Muchas veces, la motivación se desvanece, y es como si el objetivo nunca hubiera existido. Esto nos lleva a plantear la pregunta: ¿Puede haber un método más duradero y adaptable?

El Método MVR: Motivo, Vértigo, Reglas

En lugar de ceñirse a los principios de SMART, te propongo el Método MVR. No lo busques en ninguna otra parte, es un acrónimo que me acabo de inventar utilizando la metodología que llevo enseñando años en la academia. Así que, a falta de unas siglas mejores, creo que MVR describe bastante bien lo que debería significar un objetivo.

1. Motivo

Define claramente por qué deseas alcanzar un determinado objetivo. Este motivo debe ser significativo y apasionante, algo que te inspire a seguir adelante cuando la motivación que probablemente tienes ahora mismo ya no esté. Por eso es esencial que ese motivo sea significativo.

2. Vértigo

El objetivo debe darte vértigo, es decir, debe ser lo suficientemente desafiante como para mantenerte enfocado y comprometido durante todo el proceso. Este vértigo es esencial para superar los obstáculos y no abandonar ante las dificultades.

Si planteas un objetivo muy poco ambicioso, no te esforzarás en cumplirlo. Piensa por ejemplo en la gente que dice «me gustaría perder un par de kilos». Es un objetivo extremadamente asequible. Lo tienes ahí, lo estás tocando con los dedos. Pero aún así, la gente no lo consigue porque no es un objetivo suficientemente vertiginoso como para ponerse a trabajar.

3. Reglas estrictas

El siguiente paso es crear una serie de reglas que te permitan alcanzar ese objetivo. Siempre digo que para alcanzar un objetivo se necesitan hacer 2 listas. En una lista debes anotar qué cosas te requiere ese objetivo y en la otra debes anotar qué cosas estás dispuesto a hacer tú para alcanzar ese objetivo. Si ambas listas no son iguales, no te molestes en intentar alcanzar ese objetivo.

El Método de Alex Hormozi

Es muy curioso que esta filosofía «MVR» que acabas de aprender la llevo explicando muchos años en la academia y recientemente, el archiconocido Alex Hormozi publicó su sistema de planificación y consecución de objetivos que resulta que es un método bastante parecido al que acabas de aprender, solo que mucho más simplificado.

Este método se basa en la idea de plantear hipótesis sobre cómo lograr un objetivo. Por ejemplo, si tu meta es perder 10 kg en 3 meses, una hipótesis que puedes plantear es que correr 30 minutos cada mañana te permitirá alcanzar ese objetivo.

Básicamente, las «hipótesis» de las que habla Hormozi, son las reglas de las que te he hablado yo. Es el «qué hacer».

En este caso, una vez planteada la hipótesis de que correr 30 minutos cada mañana puede ser la clave para perder esos 10 kg en 3 meses, ahora toca validar esa hipótesis.

Después de 3 meses, evalúa tus resultados: ¿Has aplicado la hipótesis? Es decir, ¿Has salido a correr 30 minutos cada mañana durante estos 3 meses?

Si respondes si, entonces la siguiente pregunta es ¿Qué ha sucedido?

Quizás no has podido perder esos 10 kilos y has perdido solo 2, eso significa que esa hipótesis no te ha servido para alcanzar el objetivo. Por tanto, tienes que plantear una nueva hipótesis que sustituya o al menos complemente la hipótesis actual de cara a los siguientes 3 meses.

Este enfoque es similar al MVR solo que en el Método MVR, ampliamos el concepto a una serie de reglas, brindando una estructura más sólida y adaptable.

Aplicación Práctica en la Academia

Aunque no lo parece, en la academia se utiliza un enfoque de objetivos similar a través de los planes de alimentación. Estos planes son esencialmente una serie de reglas que indican qué alimentos consumir, cuándo y en qué cantidades. Una vez que tienes tu plan de alimentación alineado con tu objetivo, te centras únicamente en seguir esas reglas, simplificando el proceso y olvidándote del objetivo.

Si ese plan de alimentación no funciona para cumplir el objetivo que tienes, simplemente ajústalo (modifica tus reglas) y continúa. Este enfoque no solo es efectivo sino también estúpidamente simple.

Conclusión: MVR, la Alternativa Inteligente a SMART

Si te vas a plantear un objetivo, considera adoptar el Método MVR para planificarlo. Con un fuerte motivo, la presencia del vértigo y reglas estrictas, este enfoque te permitirá no solo alcanzar tus metas, sino también adaptarte y crecer en el proceso.


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