La leche es uno de los alimentos básicos de las familias. Casi todos crecimos bebiendo leche y se ha convertido en el superalimento para nuestros huesos y en la fuente de calcio por excelencia.
¿De dónde sacamos el calcio? De la leche.
Pero, ¿Será todo esto cierto? Vamos a verlo.
La leche es uno de esos alimentos que no falta en los hogares. Como criaturas mamíferas, crecimos mamando leche, lo que significa que siempre tendremos ese vínculo profundo con ella.
Además, cada vez que enfermabas de pequeño, tu madre aparecía con un buen vaso de leche calentita… Esto hace que siempre hayamos visto a la leche como un alimento muy bueno y sobre todo, muy natural.
Pero…
Beber leche no es natural
Si te paras a pensarlo, beber leche no es algo natural puesto que ningún mamífero bebe leche siendo adulto. Y mucho menos la leche de otra especie.
Ten en cuenta que un ternero doblará su peso en 50 días, mientras que un humano doblará su peso en 180 días. Eso ya hace pensar que tal vez la leche de vaca no sea igual que la leche de humano. Lo mismo la naturaleza hizo la leche de vaca para las vacas y la leche de humano para los humanos.
Es decir, lo único natural con respecto al consumo de leche, es consumir leche de tu misma especie y solamente cuando estás dentro del periodo de lactancia, pero no siendo un adulto.
En cualquier caso, hay otras muchas cosas que no son naturales y las seguimos haciendo. En el caso del consumo de leche, un motivo muy usado para fomentar el consumo de leche es la ingesta de calcio.
La leche es fundamental para obtener calcio
Si sales a la calle a hacer una encuesta y preguntar cuál es la mejor fuente de calcio, todo el mundo te dirá que la leche. Pero ¿Por qué? ¿Por qué tenemos tan interiorizada esa relación entre la leche y el calcio?
Muy sencillo, porque hay una industria detrás que ha hecho muy bien sus deberes y que cada año invierte miles de millones de dólares en que cada vez que escuchas la palabra «calcio», te venga a la cabeza la palabra «leche».
Si los huesos son blancos y la leche es blanca… La leche debe ser buena para los huesos.
Sin embargo, es curioso que los animales más grandes con los huesos más fuertes y densos del planeta (elefantes, hipopótamos…), ninguno consume leche. De hecho son herbívoros.
Esto es algo que no nos debería sorprender puesto que el calcio no lo produce la vaca. El calcio es un mineral que se encuentra en la tierra, luego se filtra en la hierba que come la vaca y tú te bebes los fluidos de la vaca. Es decir… Podrías saltarte al intermediario sin ningún problema.
El calcio y la leche: Más no es mejor
La leche contiene mucho calcio. Es cierto.
El problema, es que, gracias de nuevo a esta industria láctea, tendemos a pensar que necesitamos una cantidad monstruosa de calcio cada día. Pero lo que poca gente se para a pensar es que el calcio no se puede acumular en cualquier sitio.
Los 3 sistemas que regulan la ingesta de calcio son: El gastrointestinal, los riñones y los huesos. Si tú consumes leche (que contiene mucho calcio), lo que va a hacer tu cuerpo va a ser bloquear la absorción de ese calcio desde el intestino. Con lo cual eso ya es un estrés para el cuerpo porque está intentando que no entre esa sustancia porque si entrara sería fatal porque no necesitas tanta.
La segunda línea de defensa la tienes en los riñones que también filtran ese exceso de calcio para que no se acumule.
Esto lo hace el cuerpo para protegerte, pero en algún momento, el cuerpo dirá BASTA. Y en ese momento, el calcio se empezará a almacenar en tejidos blandos como los riñones o la vesícula provocando esas molestas piedras o incluso en las arterias contribuyendo a problemas cardiacos.
Al contrario ocurre lo mismo, si consumes fuentes de alimento con menos concentración en calcio, el intestino deja entrar mucho más y los riñones no tienen que trabajar tanto para filtrar el exceso de calcio.
Lo que significa que si consumes leche habitualmente porque tiene mucho calcio, la mayor parte de ese calcio la vas a soltar por la orina, y vas a estresar mucho al cuerpo para que se intente librar de ese exceso de calcio.
Es decir: Más no es mejor.
Leche para la osteoporosis
Nos han dicho que tenemos que consumir calcio para combatir una tal osteoporosis. Y por supuesto, nos han dicho que debemos hacerlo a través de sus productos (lácteos).
Es curioso porque todos los estudios indican que en los países donde más leche se bebe, es donde más osteoporosis hay.
En cualquier caso, correlación no implica causalidad, pero es al menos para tener en cuenta porque esto no lo van a contar en ningún anuncio de leche.
Pero el problema que tiene la leche (y otros productos animales) con relación a tus huesos, es que son alimentos que acidifican mucho la sangre, lo que significa que para neutralizar esos ácidos (y mantenerte vivo), el cuerpo tiene que liberar otros minerales como el calcio. Y ese calcio lo libera de tus huesos.
Por eso quizás tú piensas que estás bebiendo mucha leche y que por eso estás fortaleciendo tus huesos pero en realidad los estás debilitando.
Es decir, la leche no protege contra la osteoporosis. Eso solo es un eslogan de marketing. La leche es una alta fuente de calcio (que ya hemos visto que eso no tiene por qué ser algo bueno). Porque además, aunque fuera la fuente de calcio perfecta, la osteoporosis no se basa únicamente en el consumo adecuado de calcio, sino en más cosas como ingesta de vit. D, y especialmente trabajo de musculación para fortalecer músculos, huesos y tejido conectivo.
Pero por supuesto, esto no te lo dirán en el anuncio simplemente porque no da dinero. Lo que da dinero es que sigas pensando que necesitas la leche para obtener el calcio.
Y por supuesto, puedes tomar leche o no tomarla (tú decides, como siempre), pero espero que esto te haya servido para, al menos, darte cuenta que si la consumes, lo haces porque tú quieres hacerlo, no porque sea imprescindible. La leche no es necesaria para el crecimiento de ningún niño y mucho menos para ningún adulto.