Hoy me he levantado completamente roto.
No sé por qué, estaba agotado desde primera hora de la mañana.
Y me tocaba entrenar… (siempre entreno a primera hora de la mañana).
Era lo último que me apetecía en el mundo.
Aunque si te soy sincero, casi la mitad de las veces que voy a entrenar, no me apetece ir a entrenar.
Y al igual que tú, yo tampoco necesito levantar pesas para nada.
Hace siglos que tu supervivencia no depende de tu forma física.
Si hoy te saltas tu entrenamiento, no hay consecuencias.
Esa es la realidad de que tengamos una sociedad más enferma y en peor forma que nunca.
Si hoy te saltas tu entrenamiento, no hay consecuencias.
Si hoy te comes un McDonalds, no hay consecuencias.
Si hoy te fumas un cigarro, no hay consecuencias.
Si hoy te metes una raya, no hay consecuencias.
Bueno, consecuencias si que hay, pero no son consecuencias inmediatas.
Es por eso que la gente hace lo que hace. Porque el precio de hacerlo, no lo pagarán hasta dentro de mucho tiempo.
Así que con ese panorama, ¿Cuál es el valor de cuidar de tu cuerpo ahora?
Tecnicamente ninguno.
Por eso esta mañana, cuando finalmente he ido a entrenar, no lo he hecho por mi yo de ahora, lo he hecho por mi yo del futuro.
La forma de ser de mi futuro yo, depende del comportamiento de mi yo del presente.
Y te puedo asegurar que mi yo del futuro sí que necesita que mi yo del presente vaya a entrenar.
Lo hago por él, no por mi.
Todas esas cosas que hago y que no me apetece hacer, las hago para moldear a mi yo del futuro.
Y hace unos días, leí un pasaje que explica todo esto muy bien.
Copio y pego:
Un coach decía a sus atletas: «No me importan sus problemas, tienen que venir a entrenar. Si llueve no importa, si no tienen dinero no importa, si están tristes por cualquier cosa, no importa, su compromiso está aquí y deben venir a entrenar»
Uno de sus atletas le comentó: «Coach, creo que es demasiado estricto, ¿Qué pasa si un día de verdad, estamos en una situación muy complicada? ¿De verdad nos obligará a venir por un deporte?»
El Coach comentó: «Miren, esto no es atletismo, esto es la vida misma. El día de mañana ¿Crees que a la vida le importará que estés lejos de casa? ¿Crees que le importará si tienes dinero o no? ¿Crees que a la vida le va a importar si andas triste por algo? PARA NADA. La vida debe continuar y ustedes deben salir adelante. Así es el entrenamiento, es un compromiso que hacen no conmigo, sino con ustedes mismos. Es el compromiso de salir adelante, de que no importen las consecuencias, van a llegar a su destino y cumplirán sus objetivos. Aprendan eso, entiéndanlo, y un día verán que el atletismo no sólo les enseña a correr, a saltar, a lanzar…. también les enseña a ser ganadores, ganadores en la VIDA»
Desde ese día, ya nadie quiso faltar…
Y esa es la mayor habilidad que puedes tener.
Ser fiel a los compromisos que haces contigo mismo.
Y si sabes escuchar, eso es lo que te enseña cada día el entrenamiento.
Una habilidad que no solo sirve para entrenar, sirve para vivir.
Así que si quieres empezar a moldear a ese «yo» del futuro, puedes inscribirte en mi Programa de Optimización Corporal desde aquí abajo: