Hace unos meses, un alumno de la academia me escribió un poco preocupado.
Me dijo que para prepararse su plan de alimentación (que es lo primero que se hace al entrar en la academia), las estimaciones de calorías, le daban un poco bajas.
O al menos eso pensaba él.
Es decir, con el método de la academia, a simple vista parecía que iba a comer poco.
Esto es llamativo porque si quieres perder peso y no lo has conseguido, probablemente estás sobreestimando lo que necesitas.
Por tanto, a nivel numérico puede que pienses que es «poco», pero a efectos prácticos, quizás deberías plantearte ceñirte a esos números y ver que pasa.
Y eso fue lo que le dije.
Le dije: «Prueba con esos números, no pierdes nada, solo es un número. Tu cuerpo ya te dirá si es mucho o es poco».
¿Y sabes lo que pasó?
Que resulta que no era tan poco.
Que era una cantidad con la que podía perder peso con cierta rapidez, pero al mismo tiempo sentirse bastante saciado.
Según sus palabras «sorprendentemente saciado».
Pero si te paras a pensarlo, no es tan sorprendente si tenemos en cuenta que TODAS las calculadoras de calorías que existen tienen un margen de error bastante alto.
Incluso la clásica de Harris Benedict que muchos entrenadores utilizan tiene un margen de error de hasta 700 calorías.
Ojo a los números porque 700 calorías puede ser perfectamente la mitad de las calorías que necesite consumir una mujer con sobrepeso.
Es decir, un 50% de margen de error.
Con este panorama es normal que si alguien ha usado previamente este tipo de calculadoras, el método de la academia (estúpidamente simple, por cierto) para estimar las calorías, puede parecer que es poco.
Y aunque es verdad que puede serlo (porque mi método también tiene un buen margen de error, por supuesto), no suele ir muy desencaminado.
De hecho, este método no es ninguna ley. Es solamente una forma de estimar un punto de partida.
Este punto de partida sirve para generar una hipótesis:
-Si consumo esta cantidad de calorías ¿Qué pasará? ¿Perderé peso? ¿No lo perderé? ¿Lo perderé muy deprisa? ¿Lo perderé muy despacio?
Sinceramente, hasta que no lo pongas en práctica ni tú ni yo sabremos lo que va a pasar
Por eso es una hipótesis.
Ahora hay que validarla, y para eso hacemos los puntos de control todos los lunes.
(Hoy de hecho es lunes, así que aprovecho para recordarte si ya estás en la academia que hagas tu punto de control).
Porque estos puntos de control te van a servir para comprobar qué ha pasado.
Tanto a nivel cuantitativo (si has perdido mucho o has perdido poco etc.) como a nivel cualitativo (cómo te has sentido).
Si todo ha ido según el plan previsto, entonces la hipótesis se valida y no hay que hacer nada.
Si el plan se ha torcido entonces hay que ajustar la hipótesis.
No tiene ningún otro misterio.
Puede ser que efectivamente esa estimación fuera demasiado baja, pero hasta que no lo apliques no lo vas a saber.
Y por experiencia, la gente tiende a sobreestimar las calorías que necesita.
Incluso, aunque se confirmara que es una estimación muy baja, no te pasaría nada por estar una o dos semanas comiendo una cantidad excesivamente baja.
Piensa que llevas meses (probablemente años) comiendo una cantidad excesivamente alta, así que un par de semanas de apretar los dientes no te van a hacer ningún daño.
Y si hay que ajustar, ya lo ajustaremos.
Esa es la clave de la academia realmente. No es que mis métodos sean mágicos. Ni siquiera son más valiosos que otros métodos.
Pero son lo suficientemente buenos y simples como para que aprendas a conocer realmente a tu cuerpo.
No por lo que diga una fórmula, sino por lo que te transmite tu biofeedback.
Por eso es una academia, porque a las academias de toda la vida se ha ido a aprender.
Y no se me ocurre una asignatura mejor para estudiar que tu propio cuerpo y tu estilo de vida.
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