Debes saber que cuando la gente se propone hacer cambios en su estilo de vida, en el 92% de las veces fracasan.
Eso significa que si quieres mejorar tu estilo de vida, quizás perder peso, quizás empezar a ir al gimnasio, o simplemente a salir más a caminar, lo más probable es que acabes tirando la toalla. La pregunta es ¿Por qué? ¿Será la escasez de motivación? ¿Será mi falta de voluntad?
Bueno pues hay una explicación más sencilla y además, una explicación que la ciencia respalda. ¿Quieres saber por qué ocurre? Y sobre todo ¿Te gustaría saber cómo puedes estar en el otro 8%? Bueno pues, vamos a verlo.
Es normal que seas perezoso
Antes de saber cómo podemos fijar nuevos hábitos, tenemos que entender porque nos cuesta tanto hacerlo, especialmente cuando se trata de ejercicio físico (salir a correr, ir al gym…).
A nivel evolutivo tiene sentido inclinarnos hacia un estilo de vida sedentaria. Daniel Lieberman, un experto en biología evolutiva, publicó un artículo en 2015 donde exponía:
«Es normal y natural ser perezosos. Intuyo que los cazadores-recolectores de Kalahari o el Amazonas son exactamente iguales que los americanos del siglo 21, y evitan instintivamente cualquier desgaste innecesario.
Aunque un pequeño porcentaje de la población usan el ejercicio como medicina, la mayoría de la gente se comportan justo como hacían nuestros ancestros ejercitándose solo cuando es necesario o cuando es divertido».
En ese artículo Lieberman explica cómo el instinto natural de los humanos es el de conservar la energía y tiene sentido porque nuestros ancestros no siempre podían encontrar alimento, por lo que necesitaban preservar el máximo de calorías.
En la actualidad, nuestros instintos son los mismos. La diferencia es el entorno que hemos construido que ya es mucho más cómodo. Por eso tenemos la inclinación de coger las escaleras mecánicas en un centro comercial (aunque las escaleras normales estén al lado), o por eso cogemos el ascensor en lugar de las escaleras. De la misma forma que si podemos evitar ir a entrenar, a clase de aerobic o a donde sea, lo vamos a hacer.
Lieberman también habla de que para hacer ejercicio sería interesante tener un incentivo. Y yo siempre pongo el mismo incentivo en las personas, y el incentivo es que dentro de unos años no tengas que depender de un extraño para levantarte de la taza del wáter. Porque el ejercicio físico es alargar tu vida útil y hacerte más independiente. Porque como digo siempre, que puedas hacer algo hoy no significa que lo puedas hacer mañana, si no haces algo para que sea posible.
En cualquier caso, ¿Cómo evitar esto?
Cómo formar nuevos hábitos
La gente suele tener un concepto equivocado de hábito y normalmente pensamos que un hábito es aquello que repetimos continuamente. Pero no es exactamente así.
Los hábitos son acciones automáticas en respuesta a un contexto específico. Por ejemplo, lavarse las manos después de ir al baño, lavarse los dientes después de comer, ponerse el cinturón al subirse al coche… (estudio)
Eso significa que para formar un nuevo hábito necesitas un contexto específico. O al menos, es mucho más fácil construir un nuevo hábito cuando te aprovechas de un contexto que ya practicas.
Por hacer una analogía, sería como colgar un cuadro. Si tú quieres colgar un cuadro no lo puedes colgar en el aire. Necesitas una estructura fija, una pared, algo que esté bien asentado. Ahí es donde cuelgas el cuadro. Pues el cuadro es el hábito nuevo que quieres formar y la pared son los hábitos o las acciones que llevas a cabo actualmente.
Por tanto, cuando quieras implementar un nuevo hábito, lo primero que deberías preguntarte es ¿A qué lo puedo ligar? ¿Dónde puedo colgar este cuadro?
Por esta razón (entre otras) soy tan insistente en el tema de crear rutinas diarias, de hacer lo mismo. Porque eso sería como las paredes de la casa, y en esas paredes, puedes colgar cosas. Por eso, la regularidad en los horarios de comer, los horarios de dormir etc. es tan importante.
Por ejemplo, si yo quiero empezar a ir al gimnasio ¿A qué puedo ligar este comportamiento?
- Puedo ir inmediatamente después de levantarme
- Puedo ir inmediatamente después de desayunar.
- Puedo ir inmediatamente antes/después de comer o de cenar.
- Puedo ir inmediatamente después de trabajar.
- Puedo ir antes de entrar a la universidad, antes de ir a trabajar.
- Puedo ir en el descanso para comer.
Es mucho más fácil implementar un comportamiento nuevo cuando lo ligas con otro que ya haces de forma habitual.
Y lo bonito de esto, es que con el tiempo, eso que estás implementando ahora, ese cuadro que estás colgando, se convertirá en una pared sólida, a la que le podrás colgar cuadros.
Por ejemplo, puede que ahora necesites ligar el ir al gimnasio con el desayuno, y vas después de desayunar. Pero quizás en un tiempo quieras sacarte el carne de conducir, tengas que ir a la autoescuela y decidas hacerlo al salir del gimnasio.
Así es como se construyen nuevos hábitos.