Si me conoces un poco, ya sabrás que soy un entrenador un poco controvertido.
No soy controvertido por gusto, solamente doy mis opiniones que apoyo con argumentos.
Y esos argumentos no siempre son del gusto de todos.
Y no siempre concuerdan con lo que dice la mayoría.
Para mi esto supone una ventaja, nunca me ha gustado ser como todo el mundo y me cuesta aceptar que las cosas «son como son» y ya está.
Me encanta estudiar los por qués de las cosas y sacar mis propias conclusiones.
Esto hace que prácticamente cada semana, reciba algún comentario de una persona al límite de la frustración.
Por ejemplo, este ha sido el último comentario de este tipo que he recibido:
«Unos dicen una cosa y otros dicen otra ¿A quién tengo que creer? A ver si os aclarais ya».
Esto ya me dice que el pensamiento crítico de esta sociedad es bastante lamentable.
Ya casi nadie es capaz de sacar sus propias conclusiones. Prefieren que les digan esto es así, así y así. Hazme caso que yo sé lo que digo.
Y paradójicamente, los entrenadores que hablan con esa seguridad, son precisamente a los que menos caso deberías hacer.
Todos los que hablan con palabras como mejor, nunca, siempre, todo, nada, son los que yo al menos no tomaría mucho en cuenta.
Es curioso porque cuando quieres encontrar a un entrenador que verdaderamente sea un experto, resulta totalmente contraintuitivo.
Necesitas encontrar a alguien que suene inseguro.
Gente que use palabras como depende, puede ser, quizás, a veces…
Sé que internet es un juego social y que de alguna forma se necesita llamar la atención.
Yo también lo hago, faltaría más.
Pero si me sientas en una mesa de debate con otro entrenador, probablemente tengamos más puntos en común que diferencias.
Y esto es porque las cosas no son blancas o negras.
Y quien quiera convertirlas en blanco o negro, posiblemente sea del que no te deberías fiar.
En cualquier caso, yo tengo mis opiniones, mi forma de trabajar y mis argumentos para respaldar lo que digo.
Esto no significa que lo que diga otro sea mentira.
Pero curiosamente, cuando más aprendo más me doy cuenta de lo poco que sé.
Y cada vez más uso esas palabras tan desesperantes para la audiencia: Depende, quizás, puede ser, a veces…
Encuentra a alguien que use esas palabras a menudo y posiblemente estarás encontrando a un buen entrenador.
Sea como sea, si quieres que el entrenador que se encargue de diseñarte un plan para optimizar tu estilo de vida sea yo, puedes rellenar la solicitud para entrar en mi programa de coaching.
¿Dónde?
Aquí abajo: