Pesarse todos los días ¿De verdad?
Por alguna razón, a la gente le encanta utilizar la báscula para medir el progreso. Y tanto es así, que ahora ya hay incluso básculas inteligentes que se conectan hasta con el móvil.
Por lo visto existen básculas más inteligentes que muchas personas.
Hoy vamos a ver por qué no deberías utilizar la báscula como indicador de progreso en la mayoría de ocasiones y por qué es incluso menos recomendable pesarse todos los días.
¡Quiero pesar menos!
¿Tú crees?
El objetivo de pesar menos, como tal, es completamente absurdo. En el fondo nadie quiere pesar menos, nadie quiere ser más liviano.
Si tú vas al gimnasio, puedes ir fundamentalmente para sentirte más atractivo o atractiva, o para tener más autoconfianza en tu físico.
Básicamente ya está. Esos son los 2 motivos fundamentales por los que la gente se apunta al gimnasio.
Entonces, teniendo esto en cuenta, ¿Por qué te pones contento o contenta por subirte a la báscula y haber perdido 1 kg?
Realmente ¿Qué tienes que celebrar?
A no ser que seas un deportista que compita en alguna categoría donde el peso es un factor determinante (como los boxeadores por ejemplo), el peso es un número insignificante.
Si lo que quieres es mejorar tu composición corporal y verte mejor frente al espejo ¿Por qué buscas un número en la báscula?
Si yo veo una mujer con un cuerpo espectacular entrando en un bar, jamás pensaría:
-Vaya, ¡Está muy buena! Seguro que pesa menos de 50 kg
¿Conoces a alguien que le importe ese dato? Yo no.
La báscula es un arma de doble filo
Piénsalo. Te levantas, vas al baño y te pesas recién levantado.
Resulta que la báscula no está colaborativa y te muestra un número que no te gusta ¿Qué es lo que ocurre? Te enfadas, te frustras y te deprimes. Desde primera hora de la mañana.
¡Eso es empezar el día con energía!
Pesarse a diario es lo peor que puedes hacer
Si te pesas a diario, estás asumiendo que el peso es algo lineal, que se puede manejar fácilmente.
Si como menos comida, peso menos kilos.
Hasta un niño de primaria lo sabe.
Pero… Un momento. Hay otras muchas variables que afectan al peso y que escapan a nuestro control.
- El estrés
- La hidratación
- El entrenamiento
Puedes pesarte después de hacer ejercicio y verás un cambio importante en el peso. El entrenamiento es inflamatorio, y si te pesas al día siguiente de entrenar piernas, verás que tu peso ha aumentado.
¿Eso significa más grasa? No ¿Entonces significa más músculo? Ojalá…
Lo mismo ocurre con el agua.
1 litro de agua = 1 kilo
Si ahora mismo me bebo medio litro de agua, inmediatamente pesaré medio kilo más.
Sin hacer nada más. Sin abandonar mi dieta. Sin comer carbohidratos. Sin comer gluten. Sin tomar lactosa.
Simplemente pesas más.
¿Qué es el peso corporal en realidad?
El peso solo nos dice la fuerza que ejerce nuestro cuerpo en la Tierra.
Es cierto que si pesas 115 kilos vas a tener que bajar de peso, y la báscula se puede hacer algo más fiable, pero aun así, nunca es un número para perseguir.
¿Cómo pesarse?
Si no tienes una relación traumática con la báscula (muchas mujeres sobre todo la tienen), pésate 1 vez por semana, en ayunas y antes o después de ir al baño (preferentemente después). Todas las semanas hazlo en las mismas condiciones.
Eso te servirá para conocer tu peso, y utilizarlo como herramienta de control. Pero no te peses todos los días. Créeme que no vas a ganar nada haciéndolo.
Y si tienes una relación tormentosa con la báscula, directamente ni te peses.
No merece la pena pasar un mal rato para conseguir un número que no te servirá para nada.
Haz una buena dieta controlando tus porciones, entrena, descansa bien, y los resultados vendrán.
Recuerda que bajar de peso no es lo que buscas. Te aseguro que te sentirás mucho mejor cuando puedas ponerte unos vaqueros que hacía años que no podías usar que cuando llegues al número de la báscula que tienes en tu cabeza.
Deja de mirar la báscula, porque no quieres ser más ligero, quieres ser más atlético, y eso no tiene nada que ver con los números de la báscula.