Estas son 5 cosas que podemos hacer para tener un ambiente en casa mucho más saludable.
1 Evita que determinados alimentos entren en tu casa
Este consejo ya lo mencioné en el artículo que hablaba sobre el viaje de obeso a atlético, pero vale la pena repetirlo.
Este consejo es importante porque refleja el control que tenemos nosotros sobre los elementos. En este caso sobre la comida basura.
Si yo quiero alimentarme mejor, pero al mismo tiempo estoy llenando mi casa de alimentos poco deseables, no me estoy respetando en absoluto. Igual que cuando alguien llama a la puerta yo decido abrir a esa persona o no, esto es igual.
Deshazte de los bollos, las galletas, los croissants, helados y cualquier alimento que no te ayude a conseguir lo que quieres.
Ya me darás las gracias.
2 Filtrar el agua
Puedes optar por solamente filtrar el agua que bebes, o incluso utilizar agua embotellada (en este artículo te hablo sobre el BPA de los envases).
La mejor opción sería filtrar, ya que así no tendrías que cargar con agua embotellada hasta tu casa, y además no generaríamos tantos residuos de envases plásticos (que siempre es recomendable). Pero cualquiera de las 2 opciones te servirán para beber agua de calidad.
Porque por si no lo sabes, tienes que beber.
No te diré cuanta agua beber, ya que no quiero jugar a ser adivino. Hay gente que sí que juega y dice 2 litros al día. Luego llega otro y dice 3 litros ¿He oído 5 al fondo?
Hazlo fácil.
Bebe abundante agua filtrada o embotellada a lo largo de todo el día.
Y luego el nivel pro del filtrado sería filtrar también el agua de la ducha.
Aunque parezca que no, la piel es permeable y al igual que la crema protectora del sol se absorbe al cabo del tiempo, también lo hacen todas las toxinas o sustancias que entran en contacto con la piel.
Por tanto, si el agua de tu dicha contiene estas toxinas, cal, cloro, bacterias… La piel las absorbe. Así que, si consigues filtrar ese agua, le estarás haciendo un favor a tu piel.
3 Quita la televisión de tu habitación
Este consejo lo comento en el curso de Optimización del sueño y la recuperación de La Academia.
Y es que antes era impensable, pero ahora la mayoría de la gente tiene en sus dormitorios una televisión. Y además una buena televisión que ocupa toda la pared.
Esto hace que nuestra atención se disperse. Cuantas más actividades realicemos en el dormitorio, más nos cuesta asociar el dormitorio con dormir, y eso repercute en el descanso.
Sin mencionar que si tienes una televisión, hay opciones de que la pongas, y si la pones antes de dormir, acabarás renunciando a horas de sueño y también a calidad de sueño.
Puede que no le des tanta importancia al descanso, pero créeme, la tiene. Si no me crees, prueba a estar una sola noche sin dormir ¿Cómo te sientes al día siguiente?
4 Ten preparadas opciones para comer
Si tienes esas opciones de comida preparadas, va a ser mucho más difícil que te saltes el plan. Y esta es una de las cosas que comento en la Guía para diseñar tu propio plan de alimentación de La Academia, que es el de incluir 1 o 2 opciones listas para llevar, para siempre estar preparado para lo que pueda surgir.
No sabemos nunca lo que nos depara el destino y si tienes tu alimentación cubierta para lo que venga pues mejor que mejor. Como se suele decir:
No prepararse, es prepararse para fallar.
5 Invierte en material de cocina
Sartenes, cubiertos, bandejas para horno, fuentes, tazones, tupperes…
Tu alimentación es una pieza clave, por lo que las herramientas de la cocina tienen bastante importancia.
Utiliza instrumentos de calidad. Compra tupperes de vidrio para las comidas que vayas a consumir en casa y de plástico para las que vayas a consumir fuera.
No necesitas la cocina de Arguiñano, pero asegúrate de tener lo necesario para preparar tus comidas.
Resumiendo. Para una casa saludable, necesitas:
- Impedir que la comida basura entre en tu casa
- Filtrar el agua para beber agua de calidad
- Quitar la televisión y las distracciones de tu habitación para tener un mejor descanso
- Tener comidas listas para llevar
- Tener utensilios de cocina de calidad