63. Comer saludable con un bajo presupuesto

El Podcast de Fitness en la Nube

Hoy Noche de Reyes damos por terminado oficialmente este periodo navideño. Sin embargo, todos sabemos lo que ocurre después de la visita de sus Magestades. Viene la cuesta de Enero.

La cuesta de Enero es una de las razones por las que mucha gente aplaza sus deseos de comer de forma saludable, ya que todos sabemos que comer sano, no es especialmente barato ¿O si? La verdad, que decir que alimentarse correctamente es barato sería un tanto hipócrita. Vivimos en una sociedad donde los alimentos altamente procesados, cargados de azúcares y agentes químicos son mucho más baratos que los alimentos naturales y además, consumirlos nos proporciona mucho más placer. Teniendo esto en cuenta, comer sano parece una utopía. Es menos placentero y además es más caro ¿Me pasas otro donut?

Sin embargo, aunque comer buenos alimentos requiera pagar un precio más alto, no podemos dejar que eso se convierta en una excusa ya que al final, todo es cuestión de prioridades. Si estás pagando una letra de un coche de 40.000 Euros, estás pagando 50 Euros de teléfono todos los meses, estás suscrito a Netflix, sales todos los fines de semana y además te fumas un paquete de tabaco cada día, no puedes decir que comer sano sea caro, simplemente prefieres invertir en otros ámbitos de tu vida, pero nada más.

Así que hoy, para ayudaros a afrontar esta cuesta de Enero de este nuevo año, voy a daros algunos consejos para que podáis reducir el ticket de la compra en el súper.

1 Compara precios

Este consejo parece obvio, pero no me estoy refiriendo solamente a comparar precios dentro del mismo supermercado, sino a comparar precios en los supermercados de tu zona y comprar en cada uno de ellos los alimentos más económicos.

Esto puede sonar un poco laborioso, pero tenemos que ser claros. Pueden darse 2 situaciones:

  1. Puedes trabajar muchas horas y no disponer de mucho tiempo libre (pero tendrías dinero)
  2. Puedes tener más tiempo libre (eres estudiante, estás en paro, trabajas pocas horas…) y tener menos recursos económicos

Si tu caso es el primero, este consejo no es para ti, ya que el tiempo será el activo que más valores. Pero si estás en la segunda situación, esto puede ayudarte a comer bien de forma más económica.

2 Compra marcas blancas

Otro consejo que puede no parecer novedoso, pero si tu presupuesto es limitado, las marcas blancas son tus aliadas. Lo único que tienes que tener en cuenta es que no haya sorpresas en la etiqueta del producto.

Se que ahora está muy de moda el tema orgánico, todo el mundo quiere comer orgánico y mucha gente cree que si no comes alimentos orgánicos estás dilapidando tu salud. Pero déjame decirte que aun no he conocido a nadie que tenga un mal físico o que tenga unos indicadores de salud perjudicados por culpa de no comer alimentos orgánicos.

Sí, seguramente si el presupuesto no es un impedimento, comer alimentos que estén libres de pesticidas, herbicidas, fertilizantes y otros agentes químicos, seguramente sea mejor, pero no comerlos, tampoco te va a quitar la salud. Personalmente no como una dieta orgánica y hace un par de semanas me hice una analítica con todos los valores dentro de lo normal. Así que, o estos agentes químicos no me están matando, o al menos no se refleja en las analíticas.

Lo mismo ocurre con los alimentos frescos vs congelados. No veo ninguna razón para que los alimentos frescos sean superiores. A cualquiera que le preguntes te dirá lo mismo «fresco es mejor», aunque pocos te sabrán decir por qué. Por eso, para mi, los alimentos congelados siguen siendo válidos, más cómodos y sobre todo más baratos.

3 Utiliza los cupones de descuento

Ya sabes lo que son estos cupones o estas tarjetas que tienen los supermercados. Son prácticas de fidelización de clientes que se utilizan para acumular puntos en tus compras que luego puedes canjear por descuentos y otras promociones. El ahorro no va a ser desmesurado, pero si que puedes ahorrarte algunos euros al mes si los utilizas.

4 Compra por volumen

Si te beneficias de las promociones y compras esos alimentos en grandes cantidades te puedes ahorrar mucho dinero. Si por ejemplo las latas de atún tienen un 50% de descuento esa semana, y sabes que consumes una lata cada día, puedes comprar suficiente atún para todo el mes y aprovecharte de ese descuento.

Lo mismo ocurre con cualquier otro alimento, y si es un alimento fresco que no puedes conservar durante mucho tiempo, símplemente congélalo.

5 Compra en los mercados locales

Los mercados locales tienen un surtido de productos de calidad y además económicos. Puedes encontrar verduras, frutas, frutos secos, patatas… Puedes encontrar muchos alimentos a muy buen precio. Además, si compras en estos establecimientos, estarás apoyando al comercio local, que siempre es de agradecer.

6 Consume otros cortes de carne

Aunque parezca mentira, hay vida más allá de la pechuga de pollo. Puedes consumir otros cortes como los muslos o los contramuslos y otro tipo de carne como el solomillo de cerdo. Si solamente compras la pechuga de pollo, estarás comprando la parte más cara. Sin embargo, si compras el pollo entero, el precio/kilo te saldrá considerablemente más barato.

Es cierto que la pechuga es la parte más magra y que sobre todo en épocas de definición más exigentes tengas que limitar un poco más el tipo de carne que consumes, pero para el resto del año (que es la mayor parte del tiempo), sobre todo si tu intención es aumentar masa muscular, el resto de carnes siguen sirviendo.

7 Mantén una dieta basada en plantas

Este consejo es más personal y puede que algunos de vosotros estéis más cómodos con otro tipo de alimentación, pero por lo general, una dieta basada en plantas me parece lo más acertado. Y sí, cuando digo plantas, estoy hablando principalmente de cabohidratos.

Arroz, avena, legumbres, patatas, frutas, verduras… Una de las cosas que tienen todos estos alimentos en común es que son baratos y especialmente si tu intención es ganar masa muscular, son tus mejores aliados. Además, contrariamente a lo que normalmente se dice, no necesitamos una cantidad brutal de proteínas, por lo que si hasta ahora estabas consumiendo un muy alto contenido de carne, te aconsejo que reduzcas la cantidad de carne y aumentes los alimentos basados en plantas. Si quieres saber más sobre el consumo de proteína recomendado, puedes escuchar este episodio.

8 Evita los pasillos centrales de los supermercados

Este consejo puede no ser muy práctico, pero me parecía interesante comentarlo. Normalmente, todos los supermercados están distribuídos de igual manera. Los productos naturales están en los extremos y los productos procesados invaden el centro del supermercado. Esto no es así por casualidad, simplemente es porque los productos naturales necesitan de más rotación (porque son más perecederos), y necesitan estar cerca del almacén para que los operarios puedan reponerlos de forma fácil y constante. Sin embargo, los productos industriales no son tan perecederos y pueden aguantar en el lineal durante mucho más tiempo. Por eso están en el centro.

Si evitas pasar por estos pasillos centrales, no solo te ahorrarás la tentación de echar productos al carro que no son buenos para tu cuerpo, sino que además al no comprarlos, estarás reduciendo el ticket de la compra.

Por el mismo motivo te recomiendo evitar los productos de impulso (los que están al lado de las cajas), ya que no suele haber muchos productos deseables. Normalmente encontrarás gominolas, chocolates, chicles, pilas (dichosas pilas que siempre se me olvida ponerlas en la lista), y ese tipo de cosas. Evita la tentación de llevarte esto a casa (salvo las pilas). Si lo haces, no solo será bueno para tu salud, sino también para tu bolsillo.

9 Compra para largos periodos

Personalmente, me gusta hacer una compra grande a la semana, y esto no solo es por cuestiones de tiempo, sino también de dinero. Si compras todo lo que te hace falta para la semana de una vez, serás más capaz de escoger las soluciones más económicas, pero si compras cuando no te queda más remedio «por goteo», es decir, un día un par de cosas aquí, otro día un par de cosas allí… Acabarás comprando no en el lugar más económico sino en el más conveniente.

A todos nos ha pasado esto. Nos hemos quedado sin arroz y hemos bajado a la tienda de la esquina a comprarlo sin pensar si es el sitio más barato o el más caro. Simplemente te hace falta arroz y lo necesitas ya. Si consigues evitar esta situación planificando todo lo que necesitas para la semana, conseguirás ahorrar algo de dinero y de tiempo.

10 Ve al gimnasio, pero paga solo por lo que necesites

Este consejo y el siguiente no están relacionados directamente con el supermercado, pero llevándolos a cabo, tendremos un mayor presupuesto para dedicar a los alimentos.

Es muy común en estos tiempos tener gimnasios enormes llenos de actividades y de equipamiento. Hay desde piscinas hasta pistas de padel. Todo un lujo. Sin embargo, si lo único que utilizas es la sala de pesas, es una tontería pagar una cuota muy elevada por el resto de infraestructuras que no utilizas. Así que si este es tu caso, y quieres ahorrar en alimentación, te recomiendo que busques otro gimnasio, más coqueto, que tenga solamente el material que necesitas. Ir a un gimnasio con piscina y clases de zumba no te va a dar más músculos.

11 Evita los suplementos

Este artículo podía ser fácilmente un top 10 de consejos pero no podía olvidarme del que quizás para muchos sea el más importante. NO TE GASTES EL DINERO EN SUPLEMENTOS.

Si piensas que comer sano es caro pero luego tienes el armario lleno de botes de suplementos es que no te enteras de como funciona esto (no te culpo, yo era igual). Gastar dinero en suplementos es sencillamente eso, gastar. Si de verdad quieres invertir, emplea el dinero en comida de verdad.

Sinceramente, aunque creo que gastar el dinero en suplementos no tiene sentido en el 98% de las ocasiones, si que creo que es mucho mejor que gastarlo en alcohol, tabaco o en otros vicios varios. Así que, si quieres comprar suplementos adelante, no seré yo el que te diga que no lo hagas, pero SIEMPRE después de tener el frigorífico lleno.

Espero que estos consejos te sean útiles para afrontar la cuesta de Enero que se nos avecina y que no vuelvas a poner como excusa el precio para no comer de forma saludable. Ah, y por cierto ¿Sabes ya qué es comer de forma saludable? Si quieres, puedes apuntarte de forma totalmente gratuita a este videocurso donde te cuento:

  • Qué es comer de forma saludable
  • Cómo puedes determinar si tu dieta actual es saludable o no lo es
  • Aprenderás a diseñar tu propia estrategia nutricional
  • Podrás transformar tu dieta actual paso a paso

¿Te quieres inscribir? Simplemente dime dónde te mando la primera clase:


Y si quieres hacer algo económico de verdad, puedes dejarme tu valoración de 5 estrellas en iTunes y tu Me gusta en Ivoox. Así, puede que no estés invirtiendo directamente en tu salud, pero si este podcast llega a alguien que tiene el deseo de cambiar su estilo de vida, le ayudarás a conseguirlo. Y eso, también es bonito 😉 Un abrazo y hasta el siguiente episodio!


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