Hoy voy a contaros una escena más personal y que creo que puede ayudaros a todos aquelos que queréis una dieta para perder grasa.
Hace una semana tuve una cena familiar donde se comenzó a hablar de un tema de moda como son las dietas y las formas para bajar de peso. Yo realmente les tengo una especie de amor-odio a estos momentos porque por un lado me gusta escuchar la opinión y las creencias de la gente sobre este tema pero por otro, escuchar tantas cosas sin sentido no es agradable.
Sinceramente, ya ni siquiera doy mi opinión cuando salen a la luz estas conversaciones porque cada vez estoy más convencido de que la gente no busca cambiar, no busca obtener información, solo busca validar sus pensamientos y justificar su comportamiento.
Cada vez que ocurre una de estas situaciones (y suelen ocurrir bastante), alguien acaba diciéndome: «A ver si me haces una dieta para perder grasa». O más concrétamente lo que me dijeron en esta ocasión:
Hazme una dieta para adelgazar, pero sin ir al gimnasio ni nada.
Y hoy quiero decir que yo jamás podré diseñar un plan de alimentación que no tenga en cuenta el entrenamiento. Ese no es mi sistema de trabajo.
Método tradicional para adelgazar
Cuando la gente quiere perder peso, lo primero que hace es enfocarse en la alimentación. Algo que estaría muy bien si se enfocara de la manera correcta, ya que lo que suele ocurrir es que limitan su ingesta de alimentos a ensalada y puede que algo de pescado blanco y para complementar esta «alimentación saludable», realizan largas sesiones de ejercicio cardiovascular para acelerar los resultados. Esta es una estrategia basada en destruir.
Este sistema busca destruir idealmente grasa corporal a base de limitar la ingesta energética procedente de los alimentos y aumentar el gasto energético procedente del ejercicio. Básicamente se busca que tu cuerpo retenga la menor cantidad de energía posible, reduciendo la ingesta de calorías por un lado y multiplicando la quema de calorías por otro.
Y digo que este sistema se basa en destruir porque el objetivo es destruir la grasa corporal, pero lamentablemente esto no es posible. Si tu estrategia para perder grasa es privar a tu cuerpo de energía, acabarás quemando grasa sí, pero también te llevarás por delante masa magra (básicamente todo lo que no sea grasa). Es más, cuanto más agresiva sea la privación de energía, más masa magra perderás y menos grasa corporal quemarás, ya que el cuerpo prefiere deshacerse del tejido magro ya que es un tejido mucho más costoso energéticamente de mantener, mientras que la grasa es una reserva de energía muy útil para sobrevivir en periodos de escasez como el que tú le estás provocando artificialmente.
Al final, con esta estrategia lo único que conseguirás será convertirte en una versión más pequeña de ti mismo. Créeme cuando te digo que aunque la báscula sea benévola contigo al hacer esto, no te verás mejor frente al espejo. Es más, me atrevería a apostar que te verás peor porque el esfuerzo físico que estás haciendo no se traducirá en el físico estético que querías conseguir y eso es algo muy frustrante. Tu objetivo nunca debe ser poder entrar en la falda o los vaqueros del año pasado. Esa es una estrategia destructiva, es una estrategia perdedora (bajo mi punto de vista).
Mi sistema de trabajo para perder grasa corporal
Mi enfoque para la pérdida de grasa que utilizo con los clientes del programa de coaching es totalmente el opuesto al anterior y por esa razón nunca funcionará para alguien que solo quiera «Una dieta para perder grasa».
Mientras que la estrategia anterior era una estrategia de carácter destructiva, mi sistema se basa en una estrategia constructiva ¿Qué quiere decir esto? Que mi objetivo es construir. Construir más masa muscular, construir más fuerza, construir más agilidad, construir una mayor capacidad de trabajo, construir un metabolismo más potente… Construir al fin y al cabo, y para ello, el entrenamiento es una pieza fundamental.
La vía que utilizo para la pérdida de grasa es el entrenamiento. El plan de alimentación que diseño está creado para alimentar al entrenamiento y tener la energía suficiente para entrenar y generar las adaptaciones precisas para construir tejido. Pero si no hay entrenamiento ¡¿Qué alimentación voy a diseñar?!
No estoy diciendo que necesites ir al gimnasio de forma obligatoria. Puedes entrenar en casa, en el parque… Pero el entrenamiento sí que es imperativo. Estas son las diferencias entre el enfoque tradicional y mi enfoque en cuanto a la pérdida de grasa.
Mi enfoque
- La alimentación soporta el entrenamiento -> El entrenamiento te hace sentir mejor (más enérgico, más positivo, más concentrado…) -> Tu cuerpo se regula perdiendo el peso (principalmente grasa) que te sobra.
Enfoque tradicional
- Alimentación con pocas calorías + Muchas horas de cardio -> Pérdida de peso -> Me siento mejor porque ahora peso menos.
La diferencia es que el enfoque tradicional busca sentirse mejor a través de la pérdida de peso, mientras que lo que yo trato de conseguir es la pérdida de peso a través de sentirte mejor (principalmente gracias al entrenamiento).
Por tanto, si simplemente quieres una dieta para perder grasa, hay muchos otros profesionales que te darán lo que buscas, pero bajo mi punto de vista, no es algo eficiente y aunque no te lo creas, no te hará sentir mejor. Recuerda que al gimnasio siempre se va a construir y no a destruir.