Alguna que otra vez nos ha pasado a todos, decimos que vamos a hacer algo o que queremos hacer algo pero luego nunca lo llegamos a hacer. Acuérdate de los propósitos de Año Nuevo, que duran lo que tardas en comerte las uvas.
¿Por qué ocurre esto? Ocurre por varias razones, pero las 3 razones principales son estas que te voy a contar:
1 No te ves capaz de conseguirlo
Esto sucede cuando ya has intentado eso que dices que quieres hacer cientos de veces y con el mismo resultado (ninguno).
En la pérdida de peso esto es algo muy real, cuando has hecho 100 dietas, y todas las has dejado, cuando vas a hacer la 101, ya la haces sin esperanza ninguna, y sabiendo que al final el resultado va a ser el mismo, que vas a abandonar.
Esto se ejemplifica muy bien en la fábula del elefante encadenado donde el elefante se ve incapaz de romper la cuerda que le mantiene preso.
Te recomiendo que leas la fábula y que mires tus retos desde la perspectiva del niño, no la del elefante.
2 Pensar que la gente como tú no puede hacerlo
Esta es un clásico. No sé las veces que habré oído cosas de este tipo:
-Es que no tengo tiempo de entrenar.
-Es que no puedo llevar una buena alimentación porque tengo que comer fuera por trabajo.
–No puedo ir a un gimnasio porque el trabajo me hace viajar mucho.
Esta barrera es muy fácil de romper porque es muy fácil ver que hay otras personas con las mismas, y peores o más complicadas circunstancias que tú y consiguen lo que quieres conseguir tú.
Si tú te crees que porque tienes 2 niños, no tienes tiempo de nada.
Piensa que hay muchísima gente con más de 2 niños en casa y aún así sacan tiempo para entrenar y comer de una determinada manera.
Así que deja de mirarte el ombligo porque hay otra mucha gente con circunstancias más complicadas que las tuyas y se organizan para hacer lo que dicen que quieren hacer, y si tú no lo haces, será porque en realidad no quieres hacerlo. Y esta es precisamente la tercera razón.
3 En realidad no quieres hacer lo que dices que quieres hacer
Si no quieres hacer algo, sinceramente no te molestes en empezarlo.
Hasta que no te des cuenta que debes ser tú quien decida cambiar tu estilo de vida, y no el médico, ni tu familia, ni el cuñado. no lo vas a hacer.
Todo en la vida tiene un precio, y si no estás dispuesto a pagar ese precio entonces es mejor que ni te molestes.
Así que para resumir, estas 3 razones por las que no consigues lo que te propones, la primera es la inseguridad o el miedo al fracaso, la segunda sería la falta de perspectiva de pensar que nosotros tenemos la peor situación posible para conseguir lo que sea y la tercera razón sería no estar dispuesto realmente a pagar el precio necesario para lograrlo.
No son las únicas razones pero son las más comunes o al menos las que yo más me encuentro. Si tú conoces alguna más, déjala abajo en los comentarios.