134. Me da vergüenza ir al gimnasio

Es un sentimiento bastante común el tener miedo o vergüenza al ir al gimnasio.

Este es un problema REAL y muchos de mis clientes se sienten de esta manera cuando están empezando a entrenar.

Generalmente, esta ansiedad se produce por 4 razones fundamentales:

1 Inseguridad

Es la sensación de «No sé que hacer».

No sabes qué ejercicios hacer, no sabes cómo utilizar las máquinas, no sabes qué hacer si vas a usar una máquina y resulta que está ocupada. No sabes para qué sirve el ejercicio que estás haciendo.

Es básicamente como estar en una biblioteca y no saber leer.

Y aquí, el que tiene el papel fundamental de solucionar este problema y hacer que la persona se sienta mejor es el monitor de gimnasio o la persona responsable de la sala de musculación.

Sin embargo, es bastante común que en muchos gimnasios el monitor se despreocupe de estos asuntos o incluso que no haya ningún monitor a quien dirigirse.

Y esto es algo tristemente difícil de solucionar porque no depende de ti. Por eso, dentro de la Academia yo procuro brindar esa seguridad que muchas veces no te da el monitor de tu gimnasio (o bien porque pasa de ti o bien porque no existe), dándote los programas de entrenamiento para que sepas qué hacer, y cada uno de los ejercicios viene acompañado de un vídeo para que aprendas la técnica básica y los hagas correctamente y así tengas perfectamente claro qué es lo que tienes que hacer cuando pisas el gimnasio. Y luego además, siempre estoy a disposición de cualquier alumno para responder cualquier duda que pueda tener.

Así que, si tu miedo o tu sensación de vergüenza viene por la inseguridad de no saber qué hacer o cómo hacerlo, apóyate en el monitor de sala, que para eso está. Y si no está, pues entonces si confías en mí, métete en la Academia, que yo estaré encantado de hacer esas funciones y guiarte de forma virtual por el gimnasio.

2 Miedo a las comparaciones

Cuando empiezas a ir al gimnasio, ves gente en mucho mejor forma que tú, con un mayor desarrollo físico y más experiencia y soltura en los ejercicios.

Es inevitable hacer comparaciones.

Pero son comparaciones que vas a perder.

De hecho, por mucho que avances siempre habrá alguien más grande y más fuerte que tú. Por eso es un error hacer comparaciones.

Sin embargo, puedes utilizar las comparaciones a tu favor. En lugar de entrar al gimnasio y ver gente que está mejor que tú, puedes ver todo el camino por recorrer y todo el progreso potencial que tienes tú.

Sería una forma de utilizar las comparaciones para motivarte en lugar de utilizarlas para hundirte.

3 Sentir que te están juzgando

Esta es quizás la razón más común para que la gente tenga miedo a ir al gimnasio.

Nos da vergüenza pensar ¿Qué estarán pensando de mi?

Nos creemos que cuando pisamos una sala de musculación, todo el mundo empieza a juzgarnos y a reírse de nosotros. Pero eso no es así. Solo es así en tu cabeza.

Piénsalo, si la situación fuera la inversa. Si tú fueras la persona en muy buena forma ¿Te reirías de alguien que acaba de empezar a entrenar? Entonces, ¿Por qué crees que ellos se reirán de ti?

Lo que pasa es que muchas veces nos creemos el centro del universo y pensamos que todo el mundo está pendiente de nosotros. Pero esto es falso. La gente pasa olímpicamente de ti.

Además, las personas más musculadas y en mejor forma son precisamente las que menos probabilidades tienes de que te juzguen porque ell@s entienden el proceso y saben que algún día también estuvieron como tú.

Y en el caso de que sí que te juzguen (hay personas malas en todos sitios), eso dice mucho menos de esas personas que de ti.

Si una persona juzga a otra por estar gorda, esa persona tiene problemas mucho mayores que el sobrepeso de la otra persona.

Así que no te preocupes porque nadie te va a juzgar. Y en el caso de que lo hagan, lo harán a tus espaldas y no te vas a enterar, por lo que no merece la pena que te preocupes por algo que no puedes controlar.

4 Sentirte fuera de lugar

Esto es algo que siempre te va a ocurrir. Cuando empiezas en el gimnasio te vas a sentir completamente fuera de lugar. Vas a sentir que no es tu espacio. Que no te desenvuelves igual de bien que en otros entornos.

Ya hablé de esto en el episodio sobre el viaje del héroe: La manera en la que afrontamos los cambios.

Pero la mejor manera de superar esta barrera y este miedo a ir al gimnasio, es saber que estarás incómodo y que cada día estarás un poco menos incómodo, hasta que el gimnasio sea un lugar amigable en el que disfrutes estar.

Pero esto ocurre con el tiempo.

La mayoría de la gente se rinde muy rápido y la única solución a este miedo a ir al gimnasio es el tiempo.

Estas son las 4 barreras por las que nos da vergüenza ir al gimnasio. Y si las soluciones propuestas no te alivian el miedo ni la ansiedad al ir al gimnasio, tengo un último truco para que pruebes.

En realidad, esta táctica sirve para cualquier cosa que te de miedo y que te estés planteando emprender. Solamente tienes que hacerte 2 preguntas:

¿Qué es lo peor que puede pasar si -escribe aquí lo que te estés planteando hacer-?

Ejemplo: ¿Qué es lo peor que puede pasar si voy al gimnasio?

La segunda pregunta es:

Si ocurre eso que he contestado en la primera pregunta: ¿Sería capaz de vivir con ello?

Si la respuesta es sí, entonces adelante.

Cuando hagas esto, te darás cuenta de que en la mayoría de ocasiones, el miedo es algo sobrevalorado.

Después de leer todo esto… ¿Sigues teniendo vergüenza a ir al gimnasio?

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7 comentarios en «134. Me da vergüenza ir al gimnasio»

  1. Gracias. Mañana comienzo a ir, la verdad es que me siento insegura, me da miedo ser demasiado débil e incapaz de hacer algún ejercicio y que por eso mismo me juzguen.

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