Cómo dejar de tener una vida sedentaria

Es duro. Esa sensación que se aloja dentro de ti y que no sabes de donde procede, pero que no se va. Cada día tienes una vida más sedentaria y te sientes mal al saber que el único partido que le sacas a tu cuerpo es para ir del sofá a la nevera.

Puede que al ver en la televisión a tus deportistas favoritos utilizando su cuerpo para la consecución de un fin, te hayan entrado ganas de ponerte manos a la obra y dejar de ser sedentario. Pero nunca ves el momento de dar el primer paso.

Luego vas a la peluquería y mientras esperas, ojeas esa revista tan llamativa con un modelo «fit» en la portada, anunciando un método totalmente revolucionario para ponerse en forma en casa en 3 semanas. Merece la pena probar ¿Verdad? Bueno, quizás no, ya ha llegado tu turno en la peluquería y esas ganas de empezar se acaban desvaneciendo.

Una cosa está clara, no estás sacando tu máximo potencial y en lo más hondo de ti, lo sabes y quieres cambiarlo. Quieres dejar de tener una vida sedentaria.

Beneficios de dejar de ser sedentario

Probablemente vivirás más

Eso no puede garantizártelo nadie, pero incluso aunque no vivas más tiempo, tu calidad de vida sí que será mejor de lo que es ahora.

La ropa te sentará mejor

Es una razón un tanto vanidosa pero vale la pena mencionarla ¡A todo el mundo nos gusta vernos bien en el espejo!

Los días son más fáciles

Cada reto físico, por mínimo que sea te resultará más fácil de completar y llegarás con más energía al final del día.

Enfermarás menos

Con una dosis de actividad física y una buena alimentación tu cuerpo estará más preparado para hacer frente a los agentes externos. No te vas a hacer inmune, pero sufrirás menos.

Más autoconfianza

Como ya vimos en el episodio de la operación bikini, la apariencia en el espejo y la autoconfianza no son directamente proporcionales, pero sentirte bien con tu cuerpo es un gran paso para una mayor confianza en ti mismo.

Menos estrés

Utilizar la actividad deportiva para descargar todo el estrés del día es algo muy sano a nivel psicológico. Prepárate a pensar con más claridad y a terminar de hacer ejercicio mucho más relajado de lo que empezaste. No todos los santuarios tienen jardines y fuentes.

Espero que alguna de estas razones te haya convencido para dejar de ser sedentario. Es el momento de actuar.

Ya.

Ahora.

Cómo evitar el sedentarismo

Antes de seguir, déjame decirte que no hay una receta exacta. No hay un mapa del tesoro con una X pintada. Y aunque lo hubiera. Vas a destrozar el plan. Muchas veces.

Dentro de varios años, cuando vuelvas a leer esto (espero que lo hagas 🙂 ), recordarás todos los errores que cometiste hasta llegar adonde estás ahora y te reirás de ellos.

Es parte del juego. Aunque en este blog me gusta compartir mis errores para que tú no los cometas, lo cierto es que a veces, necesitas cometer esos errores. Y por eso sé que de aquí en adelante tendrás muchos altibajos. Lo sé porque eres humano.

¿Ahora estás listo? Vamos a ver cómo puedes empezar a dejar de considerarte sedentario desde hoy mismo.

1 Piensa en el deporte como una actividad divertida

Si empiezas a hacer ejercicio como un remedio de choque, obligado por el médico o por tu cuñado, jamás encontrarás en el ejercicio un salvavidas, sino una carga pesada que acabarás abandonando. No lo enfoques así. El ejercicio y el entrenamiento son divertidos, mentalízate de ello.

2 Considera empezar por tus deportes de la infancia

Aunque yo siempre apuesto por el entrenamiento con pesas como la mejor actividad que hay, no es necesario que sigas mis pasos.

Seguro que de pequeño disfrutabas muchísimo con los deportes que practicabas ¿Cuáles eran esos deportes? ¿Fútbol? ¿Baloncesto? ¿Correr por el barrio a lo Forrest Gump? Da igual, sea lo que sea, si te hacía feliz de pequeño, probablemente te haga feliz ahora. Al fin y al cabo no somos más que niños grandes.

3 ¿Clases de baile?

El baile puede ser una actividad perfecta para comenzar a hacer actividad física y para pasar un buen rato en pareja. No son muy exigentes físicamente (me refiero a las clases de baile normales), conoces a mucha gente y seguro que te reirás mucho. Pero ¿Y si no tengo pareja? Bueno, puedes ir también, lo mismo hasta encuentras alguna. Y si no, puedes mirar la siguiente opción.

4 Apúntate a grupos

No estoy hablando de grupos de Facebook que también pueden tener cierta utilidad. Estoy hablando de grupos de personas. Personas humanas que salen y se relacionan y se divierten compartiendo una actividad física.

Si miras a tu alrededor verás muchas organizaciones de gente con intereses comunes en actividades deportivas: Ciclismo, running, tiro con arco… La unión hace la fuerza.

5 Artes Marciales

Tengo una profunda admiración por las artes marciales. No es tanto por las habilidades físicas que te proporcionan y considerarte capaz de tumbar a un bigardo de 2 metros de alto, sino por lo que representan.

En las artes marciales no se enseña a «pegar».  Se enseña un estilo de vida, un código de conducta y una disciplina que no solo se queda en el tatami, sino que se puede aplicar en tu vida diaria. Además, son deportes muy progresivos donde siempre tienes algo que aprender.

6 Aprovecha tus circunstancias

Si ninguna de las anteriores te ha parecido interesante, simplemente utiliza lo que tienes a mano. Si tienes una piscina a 5 minutos de tu casa, apúntate a natación, si tienes un box de Crossfit a la vuelta de la esquina, pues ve a informarte, si hay un club de tenis en el polideportivo de atrás, cómprate una raqueta y preséntate allí.

Opciones hay muchas, solo tienes que escoger una.

Sé que hasta ahora solo he hablado de actividad física, pero ¿Dónde está la alimentación? A estas alturas todos sabemos que la alimentación es fundamental, pero si eres una persona completamente sedentaria, comenzar a hacer actividad física va a darte mucha más inercia para seguir una buena alimentación, que si lo haces al revés.

No obstante, este artículo sobre la nutrición simplificada te será de gran ayuda para establecer tu alimentación mientras sigues este plan para dejar atrás tu vida sedentaria.

No te apuntes al destino, apúntate al viaje

No se trata de ganar, se trata de no perder. Tenlo en cuenta.

No te impongas recompensas, ni fechas en el calendario. Solo actúa. Haz algo, lo que sea, pero disfruta haciéndolo.

Los objetivos están muy sobrevalorados. Tu objetivo es el proceso y el proceso es tu objetivo. No hay más. Independientemente de dónde quieras ir, la distancia entre el punto A y el punto B va a requerir tiempo y esfuerzo. Olvídate de la revista de la peluquería.

Si quieres saber más sobre la fijación de objetivos puedes mirar este curso de la academia. Pero la moraleja es la siguiente:

Si no eres capaz de ser feliz durante el viaje ¿Cómo esperas ser feliz cuando llegues al destino?

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