La fase de definición puede ser uno de los periodos más bonitos y a la vez más frustantes a los que tendrás que enfrentarte. Destapar tu masa muscular, puede resultar complicado si no sabes cómo hacerlo. De hecho, más de la mitad de las personas que comienzan este periodo lo acaban abandonando por culpa de alguno de los siguientes errores que vas a leer. No dejes que eso te vuelva a ocurrir.
¿Que sucede durante la etapa de definición?
Todos los que hemos hecho una etapa de definición sabemos que existe un punto, un momento en medio de esa definición en la que querremos echarnos atrás. Tu cuerpo intentará confundirte, te mandará señales para que detengas ese proceso pues a tu cuerpo no le gusta deshacerse de la grasa ya que evolutivamente no estamos diseñados para reducir la grasa corporal y mucho menos manteniendo la masa muscular ya que esto le supondrá a tu cuerpo un mayor gasto energético y por tanto un mayor estrés.
Ese hambre y ese deseo por ciertos alimentos que antes no te llamaban tanto la atención no es todo lo que sucederá. El mayor aliado de tu cerebro durante esta fase es el espejo.
Sí, sí, ese al que te miras cada mañana en el cuarto de baño.
Llegará un momento, generalmente en mitad de la definición, cuando el momento en que te propusiste acabar queda aún lejano en que te mirarás al espejo y no te verás grande, pero lo peor de todo es que tampoco te verás definido, que es el objetivo por el que te estás sacrificando. Cuando esto ocurra tu primer instinto será contentar a tu cuerpo y abandonar la definición, volver a la etapa de volumen, ese periodo de abundancia de alimentos que tu cuerpo no deja de pedirte a gritos. Te rendirás a sus deseos.
¿Cuáles son los errores en la etapa de definición que llevan a estos pensamientos?
El origen de estos pensamientos puede puede provenir de algunas de estas causas:
No tener un objetivo sólido
La fijación de un objetivo es clave, pero no vale cualquier objetivo, la meta a la que quieres llegar debe ser lo suficientemente fuerte como para que te impulse a llegar hasta el final. El objetivo marcado en ningún caso debe ser difuso. Debe ser claro, conciso y SIEMPRE debe ir acompañado de una fecha. Por ejemplo, un objetivo nunca debería ser: «Quiero estar definido para verano». En lugar de eso dí: «Para el 21 de Junio voy a estar definido». El significado de la fecha también es importante, no es lo mismo que el 21 de Junio sea una fecha aleatoria en el calendario a que sea la fecha en la que te vas a la playa de vacaciones con tu novia o la fecha en la que vas a competir en alguna categoría de culturismo y DEBES dar el 110% de ti mismo.
Como puedes ver en esos 2 casos (principalmente en el segundo) el objetivo propuesto es mucho más fuerte que en el primero donde la fecha no estaba asociada a ningún acotencimiento de tu vida personal, lo que hace que tu objetivo sea débil y por tanto, más fácil de abandonar.
Cabe también recordar, que estamos hablando de una etapa de definición. Es decir, estamos buscando el mejor aspecto estético del cuerpo posible en un determinado espacio de tiempo. Todo lo contrario sería el de una persona que busque simplemente perder algo de grasa, o incluso ganar masa muscular. En ese caso, las fechas no son tan recomendables, ya que pueden crear frustración y una presión innecesaria.
En lugar de eso, te recomiendo fijar sistemas en lugar de objetivos, para hacer así al proceso tu gran aliado. Si quieres saber más sobre la fijación de objetivos, puedes echar un vistazo al curso de fijación de objetivos de la Academia.
Tu entorno no está alineado con tu objetivo
Esto es un hecho que, por mucha personalidad que tengas afecta bastante ya que si las personas con las que pasas tu día a día salen a emborracharse de jueves a sábado te va a costar más llegar al final de tu camino. Piensa en un ex-fumador que recientemente ha dejado el tabaco pero sin embargo sus compañeros de trabajo, sus amigos y sus familiares con los que se relaciona a diario son fumadores ¿Que crees que va a pasar? Obviamente esta persona podrá cumplir su objetivo de dejar de fumar definitivamente pero el camino será más duro.
Con la dieta, y más concretamente con la de definición pasa exactamente lo mismo, tu entorno no tiene la última palabra, pero tiene cierta influencia sobre tí y eso es otra de las razones por las que inicié este blog, para unir distintas personas con unos objetivos comunes y utilizar esta comunidad como apoyo para que sea más fácil conseguirlos.
No tienes confianza en ti mismo o en tu entrenador
Esto es otro error común. Tener un entrenador que te facilite todo y se preocupe por ti puede ser muy ventajoso, pero solo en el caso de que tengas plena confianza en él y hagas todo lo que él te indique sin cuestionar nada y esto solo es posible si tienes fe en él. De lo contrario es realmente difícil aguantar hasta llegar a la meta.
En el caso de que no tengas entrenador, la situación es aun más compleja ya que eres tú mismo quien debe decidir todas las variables de tu definición como las calorías, los macronutrientes, el entrenamiento, el cardio… y muchas veces te asaltará la duda de si estás haciendo lo correcto o podrías hacerlo mejor. Esos pensamientos debes eliminarlos. Elabora un plan y se fiel a él. Los resultados llegarán y en caso contrario, no tengas miedo a fallar, cometiendo errores en tu propio cuerpo aprenderás más que leyendo este blog o cualquier otro.
No has realizado una correcta etapa de volumen
La imagen que vemos en el espejo nos hace aflorar nuestros pensamientos más honestos para analizarla y uno de esos pensamientos puede ser el hecho de saber que durante los meses previos a la definición no se ha hecho un buen periodo de volumen y por tanto la definición carece de sentido ya que no tienes nada que definir.
Si esta es tu situación, no te preocupes. Abandona tus expectativas iniciales y céntrate en la realidad. Trata de enfocarte en tu próxima etapa de volumen pero sin abandonar la definición ¿Cómo se puede hacer eso? Bueno, aunque pueda parecer duro, un baño de realidad nunca viene mal y la realidad es que no tienes suficiente masa muscular para poder verte como tú pensabas que te verías. En lugar de frustrarte por ello, te propongo lo siguiente:
Sigue definiendo hasta que pierdas toda la grasa que puedas y una vez que te encuentres en ese punto, estarás en una condición óptima para empezar una nueva etapa de volumen más inteligente que la anterior principalmente por 2 razones:
- Cuanto más magro te encuentres, mayor sensibilidad a la insulina tendrás y por tanto los carbohidratos que ingieras se aprovecharán mejor
- Podrás añadir más masa muscular sin verte tan tapado, lo que a su vez beneficiará a tu próxima etapa de definición porque tardarás menos en elimiar la grasa que acumules.
Conclusión
La etapa de definición es un periodo duro y deberás tener en cuenta todos los puntos anteriores para no perder la motivación y así no tirar la toalla.
Incluso considerando los puntos anteriores la pregunta ¿Lo estoy haciendo bien? Llegará cuando te pongas delante del espejo. No te preocupes porque le pasa a todo el mundo, no te dejes llevar por las fotos que tus ídolos suben a Instagram bajo el título «Cutting for 2 weeks» (porque aunque seas de Albacete en inglés mola más) rajados hasta los huesos, con una sonrisa de oreja a oreja y encima bronceados. Le sacarás más partido a la definición y a la vida en general si te centras en ti. Esa cita incómoda con el espejo es algo que hay que pasar, pero debes continuar con el proceso. Recuerda, tienes un objetivo.
Sin embargo antes de comenzar cualquier etapa nueva ya sea de definición, de volumen o simplemente un nuevo cambio en tu vida pregúntate esto:
¿Estás dispuesto a pagar el precio?
Si amigo, todo tiene un precio, perder grasa para marcar los abdominales, aumentar la masa muscular, ser mejor en un deporte, aprender a hablar un nuevo idioma, aumentar la fuerza… ¡TODO! Además te darás cuenta de que el precio no es igual para todo el mundo. Hay gente que tendrá mucha más facilidad que tú para lograr el mismo objetivo, pero eso no debe desanimarte. Tú debes pagar tu precio.
Entonces ¿Estás dispuesto a pagarlo? Esa pregunta es la clave que separa el éxito del fracaso ¿Crees que ser Rafa Nadal no tiene un precio? ¿O Pau Gasol? ¿O Usain Bolt? ¿O Michael Phelps? Ellos inviertieron miles de horas en desarrollar sus habilidades y por eso hoy los admiramos.
Si estás comprometido al 100% a pagar tu precio, entonces evita los errores arriba mencionados y continúa con tu definición. Sin embargo quiero darte un último consejo antes de acabar este post.
Recuerda que definir es una decisión voluntaria.
TÚ has elegido restringir la comida y eres afortunado de poder hacerlo ya que decenas de personas mueren a diario por inanición, por no tener nada que llevarse a la boca y tú lo estás haciendo por placer. Sí, por placer. Entonces sonríe y alégrate de tener ese poder de decisión que aunque parezca mentira en los tiempos que corren mucha gente no lo tiene. No vuelvas a quejarte ni a malhumorarte por estar a dieta porque además, no eres un culturista en su última etapa de definición, no estás llevando tu cuerpo al límite. Simplemente estás comiendo menos por lo que no tiene sentido atribuir la culpa de tu mal humor a la dieta que estás haciendo.
Ninguno de nosotros va a sufrir cambios de humor por hacer un déficit controlado de calorías. ¡Ninguno! Tendrás algo más de hambre si, es normal, pero el llevar 2 semanas a dieta no es razón para darle una mala contestación a nadie de tu alrededor y a los 30 segundos decir «Perdón, es que estoy a dieta».
No eres un culturista, no vas a competir, solo quieres ir a la playa con abdominales y eres tú quien debe pagar el precio que ello supone. Solo tú.
Que blog tan preciso y verdadero. Todo lo que dijeron era lo que quería escuchar. Felicidades.
Muchas gracias Joan Carlos!
De lo mejor que he encontrado. Gracias, en serio.
Gracias a ti Alejandro!
Me encantó!
Genial, muy buen enfoque!!!
gracias!