La razón por la que la mayoría de las personas no consiguen los objetivos que se proponen, no es porque no quieren conseguirlos. ¡Por supuesto que quieren! Todos queremos.
Todo el mundo sabe exactamente qué hacer para conseguir sus metas, especialmente si se trata de fitness. Es muy sencillo: Ganar músculo, perder grasa, mejorar tu condición física… No necesitas ningún gurú que te venda una pastilla mágica o un aparato revolucionario para cumplir tu objetivo. Contrariamente a lo que la gente cree, las cosas no han cambiado tanto. Los métodos que utilizaba Arnold y su gente hace 40 años siguen funcionando ¿Tengo que realizar tantas series? ¿Hay que aniquilar el músculo para que crezca? ¿Es necesario mantener una técnica absolutamente perfecta en todas las repeticiones? Te diré lo que es necesario. Tu esfuerzo es algo necesario, tu disciplina es algo necesario, tu intensidad es algo necesario y nadie puede venderte eso. Por eso nadie se molesta en hablar de estas cosas, porque no pueden envolverlas con un lazo rojo e intercambiarlas por dinero.
Entonces, si ya sabes lo que tienes que hacer ¿Por qué no lo haces? La respuesta más simple es que no tienes el control total sobre tu mente. Tu mente es perezosa y permanecerá eternamente buscando caminos más fáciles para conquistar tus objetivos, aunque no los haya. Nunca pasarás a la acción.
El problema de no pasar a la acción
La manera más rápida de ser infeliz es sentarte y pensar una y otra vez en las cosas que no están funcionando en tu vida y que necesitas que funcionen. Pasar a la acción te coloca en una posición diferente del proceso. Ahora tienes el control.
Últimamente hay mucho “culturista de bata blanca” que tratan de encontrar un estudio científico que respalde todas las acciones y decisiones que llevan a cabo. Todos sus entrenamientos, toda su nutrición, su suplementación… Sin embargo, en esa búsqueda obsesiva de papeles firmados por empresas o universidades, lo que realmente sucede es que se pierde la concentración en el objetivo real. Utilizar el aprendizaje y la lectura como excusa para no tomar acción es un gran problema.
Si lees un libro que te enseña a hacer sentadillas no sabrás hacer sentadillas hasta que, efectivamente vayas al gimnasio y las hagas. Si lees un libro para aprender un nuevo idioma, puedes aprender toda la gramática y todo el vocabulario “molón” y te sentirás como si de verdad estuvieras progresando y aprendiendo a la velocidad de la luz. Pero realmente, la habilidad importante, que es la comunicación en ese idioma no la estás desarrollando para nada. Si no me crees, te invito a que te compres el libro que tú quieras para aprender cualquier idioma de tu elección. Léetelo, memoriza cada palabra y después haz un viaje al país nativo de ese idioma. No sabes tanto como pensabas ¿Verdad? Eso mismo me ocurrió a mi con el italiano y créeme, no es nada agradable. A pesar de enfrentarme a la cruda realidad, esto me ayudó mucho a darme cuenta de una cosa: Solo la práctica puede hacer que la mente se centre en el proceso y solo el proceso puede darte resultados.
Sin embargo, no estoy diciendo que el aprendizaje y la investigación sean inútiles. Pero las personas que tienden a obsesionarse y darle millones de vueltas a la misma idea buscando un mejor enfoque, tienen la falsa creencia de estar avanzando hacia adelante, cuando en realidad se están moviendo en círculos. Tu mente está saboteando tu progreso ¿Cómo puedes solucionarlo?
No proyectes tu satisfacción en el futuro
Una de las cosas que cada vez tengo más claras es que no somos conscientes del poder que tiene el tiempo. Si miramos hacia atrás en el tiempo podemos ver como sin lugar a dudas ha habido un cambio notable en nosotros, tanto física, como mentalmente. Podremos estar más o menos satisfechos con nuestra evolución, pero lo que está claro es que hemos evolucionado. Hemos cambiado.
Es curioso cómo las decisiones del pasado condicionan las del futuro. Por eso vemos gente pagando enormes cantidades de dinero por borrarse tatuajes que adolescentes pagarían por hacerse, o casos diarios de divorcios cuando las iglesias y ayuntamientos tienen todas las fechas ocupadas para oficiar bodas ¿Paradójico no?
Entonces ¿Por qué tomamos decisiones de las que en un futuro nos arrepentimos? La respuesta es que la única certeza que tenemos es el ahora. De hecho, en una encuesta realizada en Estados Unidos, los encuestadores preguntaron a los encuestados cuánto pagarían por ver actuar a su grupo de música favorito dentro de 10 años y de media respondieron que pagarían $129 pero cuando les preguntaron cuánto pagarían por ver hoy a su grupo de música favorito de hace 10 años el precio bajó a $80 de media. En un mundo perfectamente racional, estas cantidades deberían de ser las mismas. Sin embargo, preferimos pagar más porque nuestra mente no está en el presente, está en el futuro.
Nuestro cerebro hará todo lo posible por alejarnos del momento en el que realmente estamos y proyectará tu felicidad en el futuro. Haciendo esto, el momento actual se convierte en un mero paso para alcanzar tu satisfacción personal. Por supuesto que tienes que crear la vida que deseas pero debes de traer tu mente al presente. Cuando tu mente está en el presente, te sientes más concentrado, con más confianza para perseguir tus sueños y pasar a la acción. Así que, ¡Deja de vivir en tu futuro y empieza a vivir en tu presente!
Conclusión
Nada que merezca la pena vendrá por el camino fácil. Deberás poner todo tu esfuerzo en el proceso y fracasar, fracasar muchas veces. Sin embargo, voy a darte unos consejos que creo que pueden serte de utilidad y que personalmente me han funcionado y me funcionan para alcanzar mis objetivos tanto en el fitness como en la vida.
Acéptate a ti mismo
Ser ambicioso es bueno en numerosas ocasiones, pero tienes que tener el poder de saber situarte en el punto intermedio entre ser conformista contigo mismo y buscar con ansia el siguiente paso. A veces hay que detenerse, mirar el camino recorrido y sentirte orgulloso de lo que has hecho antes de continuar. Debes amarte a ti mismo. Solo así serás capaz de avanzar.
No mires al futuro en busca de salvación
Serás feliz cuando ocurra esto, cuando tengas lo otro… Esto no funciona así. Por este motivo mucha gente lo pasa mal al ponerse a dieta. Se obsesionan con el resultado. Piensan que su vida mejorará sustancialmente cuando pierdan esos kilos de más, o cuando se les vean los abdominales y la realidad es que cuando eso ocurra, tú seguirás siendo el mismo, ni mejor ni peor. Esa mentalidad hace el camino más duro de lo que ya es. Trae tu mente al presente, a hoy, a ahora.
Visualiza tu objetivo
Mira las cosas como realmente son y después, míralas de nuevo y créalas en tu cabeza mejor de lo que ya son. Utilízalo como motivación, ahora nada puede evitar que pases a la acción y cumplas tus objetivos.
Ten una estrategia
¡Debes comprometerte con un plan! Para tener un cuerpo atlético hay toneladas de información y muchas veces no sabes por dónde empezar. Este tema ya lo traté en este artículo así que no me detendré más en él, lo que quiero que comprendas es que necesitas tener una hoja de ruta.
Si eres un principiante y estás buscando mejorar tu físico, te recomiendo descargar gratuitamente la Guía del Principiante donde encontrarás todos los conceptos que necesitas saber para entrenar en el gimnasio y un plan inicial para que comiences a transformar tu físico desde el primer momento. Hay infinitas herramientas disponibles para ayudarte a alcanzar tus objetivos. Escoge una y empieza a avanzar.
La mayoría de las personas se arrepienten de las decisiones que no tomaron, de los caminos que no emprendieron y lo cierto es que los únicos responsables somos nosotros. Aprende de tu pasado y crea tu futuro desde hoy.