69. El entrenador basado en la ciencia y cómo engañar a millones de personas haciéndoles creer que el chocolate negro adelgaza

En los últimos meses o incluso podríamos hablar de años, estoy viendo que muchos entrenadores están añadiendo muchos más «extras» entre sus servicios para diferenciarse del resto, que es algo normal, es una táctica de marketing habitual sobre todo ahora que cada vez hay más entrenadores.

Antes se decía que si le dabas una patada a una piedra salían 10 abogados pero ahora salen 10 entrenadores y por eso entre sus servicios publicitan cosas como que te van a motivar (que también me hace mucha gracia) y que sus métodos son 100% basados en las últimas investigaciones científicas… El problema es que eso no se puede conseguir.

El entrenador basado en la ciencia ¿De verdad…?

No existe tal cosa como un entrenador basado en la ciencia, porque nos guste o no, hay 18.000 estudios tratando la misma hipótesis con resultados distintos, y no solo distintos, sino opuestos entre ellos. Entonces, no puedes basar tu trabajo en algo que se contradice y sé que queda muy bonito decirlo y ojalá fuera posible, pero lo cierto es que es una utopía, porque ahora todo el mundo pretende enmarcar el cuerpo humano, o el potencial humano ya sea de ganar masa muscular, de perder grasa corporal, de levantar mas peso, o de cualquier otro parámetro, dentro de un libro. Pero es que el cuerpo humano no se puede hackear. No se puede decir que necesitemos consumir 100 gramos de carbohidratos al día, o que necesitemos dormir 8 horas, o que la síntesis proteica después del entrenamiento dure 48 horas, o que haya que hacer 12 series de piernas a la semana, porque todos estos datos, no son más que resultados estadísticos y no significa que eso aplique a todo el mundo por igual, o a todas las poblaciones, por lo que la utilidad que tienen es bastante parcial. Porque además, otra cosa que ocurre es que ahora todo el mundo tiene acceso a esta información, a estos estudios científicos y como decía Einstein:

Poco conocimiento es algo peligroso, pero también lo es un exceso de conocimiento.

Y eso es lo que está ocurriendo en la sociedad actual, que tenemos una cantidad de información brutal y esto se agrava aun más, cuando todo el mundo tiene la posibilidad de exponer su contenido en la red. Lo que en líneas generales es algo bueno, si no, no podrías estar leyendo esto ahora mismo. Pero la parte mala es que los periódicos, youtubers, bloggers… Todos ellos, compiten por nuestra atención y por eso, nuestra atención se ha vuelto extremadamente cara, y eso hace que la gente tienda a ser muy sensacionalista para poder captarla. Pero esto se hace a un precio bastante alto que es ofreciendo una información precaria. Y así ocurre, sobre todo en la industria de la salud y el fitness, millones de páginas web en el mundo entero difundiendo información absurda sobre entrenamiento y alimentación.

Y aquí es donde entran los estudios científicos, porque parece que solo puedes hablar si tienes un estudio científico que te avale, y eso le da confianza a la gente y otra vez, si la gente confía en ti, pues tienes su atención que es al final por lo que estás compitiendo. Misión cumplida.

Y por eso está ahora Internet lleno de estos estudios científicos que sí, que serán muy científicos, pero muchos de ellos (la mayoría me atrevo a decir) son poco prácticos en el mundo real, que nos guste o no, es donde vivimos. Porque científicamente, podemos decir que 2 es un número y 1 es también un número, por tanto 2 = 1 y eso sabemos que no tiene sentido, pero es lo que se está haciendo con los estudios científicos ¿No me crees? Aquí tienes la prueba de ello.

El peligro de la simplificación

Ese artículo cita un estudio llevado a cabo por científicos que nos dice que:

Comer fruta te puede dar más hambre porque el azúcar que hay en ella aumenta la ansiedad.

Y esto es científico, pero es igual de científico que la analogía que os he hecho antes con los números. Este estudio cita a otro estudio donde se demuestra que la fructosa aumenta la ansiedad por los alimentos. La fruta contiene fructosa, lo que es de sentido común, por tanto, la fruta hace aumentar la ansiedad. Ya está, estudio científico al canto y la gente dejando de comprar fruta porque es la fruta la que nos hace engordar.

Sin embargo, aquí no se tiene en cuenta el contexto de la fruta, no se tiene en cuenta por ejemplo que la fruta tiene bastante fibra y eso hace que la fructosa se libere mucho más lentamente, tampoco se tiene en cuenta el alto contenido en agua de la fruta, ni si carga glucémica y sin embargo, por esa super-simplificación científica, pues tenemos que la fruta es el demonio. Gracias ciencia.

La interpretación de la ciencia

A parte del problema de los estudios científicos de la super-simplificación, hay otro problema que es el de la interpretación, porque lo que hace la mayoría de la gente que utiliza tantísimos estudios para respaldar todo lo que dice, es coger 4 frases del abstract del estudio. Ni siquiera se leen el estudio completo. Y con los abstracts, ocurre lo mismo que con los titulares, los científicos que realizan el estudio los hacen extremadamente llamativos porque quieren que la gente los lea. Al final les ha costado un esfuerzo llevarlos a cabo y no quieren que estén enterrados en cualquier colector de estudios sin que nadie los lea.

Así que como digo, la ciencia a día de hoy está muy muy sesgada, con fines lucrativos inmensos detrás y además que cualquiera puede hacer un estudio científo demostrando cualquier cosa por absurda que sea. Y os voy a poner como ejemplo un experimento que llevó a cabo un periodista alemán, haciendo un estudio científico real que fue publicado en el “International Archives of Medicine”, (Suena bastante serio ¿Verdad?), demostrando que el chocolate aceleraba la pérdida de peso.

Y obviamente este estudio, tenía resultados reales, pero fue hecho con trampa para que se obtuvieran esos resultados. Decenas y decenas de revistas, blogs e incluso noticiarios internacionales de televisión se hacían eco de esta nueva investigación: El chocolate ayudaba a perder peso. Demasiado bonito para ser cierto (más que nada porque no lo era).

Aquí debajo puedes leer algunos párrafos del artículo original que escribió este periodista llamado Jhon Bohannon, que lo tituló así: Cómo engañé a millones de personas haciéndoles pensar que el chocolate ayudaba a perder peso.

Cómo engañar millones de personas haciéndoles pensar que el chocolate ayuda en la pérdida de peso

Recibí una llamada en Diciembre del año pasado de un reportero de televisión llamado Peter Onneken. Él y su colaboradora Diana Löbl, estaban trabajando en un documental sobre la ciencia-basura en la industria de las dietas. Ellos querían que les ayudara a demostrar cómo de fácil era convertir la ciencia basura en titulares. Y Onneken quería revelar la corrupción de la industria de las investigaciones científicas en la pérdida de peso formando parte de ella.


Onneken y Löbl no perdieron tiempo. Utilizaron Facebook para reclutar a sujetos cerca de Frankfurt ofreciendo 150 euros a aquellos dispuestos a hacer una dieta durante 3 semanas. Dejaron claro que era para un documental sobre dietas, pero no dieron más información. Una fría mañana de enero, 5 hombres y 11 mujeres de entre 19 y 67 años se presentaron allí.

Gunter Frank, un implicado en esta estratagema, llevó a cabo el estudio clínico. Onneken lo había fichado después de leer un libro muy popular de Frank contra la pseudociencia, probando el chocolate amargo como suplemento dietético. Cuando le pregunté por qué lo hizo, Frank dijo que era el favorito de los fanáticos de los alimentos reales. El chocolate amargo sabe mal, por tanto debe ser bueno para ti. Es como una religión dijo Frank.


Después de una ronda de cuestionarios y análisis de sangre para asegurarnos de que ninguno tenia desórdenes alimenticios, diabetes u otras enfermedades, Frank asignó a los sujetos a uno de los 3 grupos que hicimos. Un grupo siguió una dieta baja en carbohidratos, otro grupo siguió una dieta baja en carbohidratos acompañada de 40 gramos de chocolate negro y el otro grupo fue un grupo de control al que se le dijo que no cambiará su alimentación actual. Se pesaron cada mañana durante 21 días y el estudio concluyó con una ronda de cuestionarios y un análisis de sangre.


Los 2 grupos del tratamiento perdieron alrededor de 2 kilos a lo largo del estudio, mientras que el peso del grupo de control fluctuó arriba y abajo alrededor de 0. Pero ¿eY el grupo de dieta y chocolate? Perdieron el peso un 10% más rápido. No solo fue estadísticamente significativo sino que también tuvieron mejores marcadores de colesterol y mayores puntuaciones en la encuesta de bienestar.


Aquí está el oscuro secreto. Si tú mides un gran número de medidas alrededor de un grupo pequeño de personas, está prácticamente garantizado que obtengas algún resultado estadísticamente significativo. Nuestro estudio constaba de 18 medidas diferentes (peso, colesterol, sodio, calidad de sueño, bienestar etc.) De las 15 personas (una había abandonado el estudio), el estudio estaba diseñado para dar falsos positivos.

Piensa en las medidas como boletos de lotería. Cada medida tiene una pequeña posibilidad de darte un resultado significativo que pueda ser viral en los medios. Cuantos más boletos compres, más opciones tienes de ganar. No sabíamos exactamente cuál medida sería la ganadora, no sabíamos si el titular sería, el chocolate ayuda a dormir, o el chocolate disminuye la presión sanguínea, pero sabíamos que teníamos buenas opciones de obtener medidas estadísticamente significativas.

Pero incluso si el estudio no hubiera estado diseñado para hackear las estadísticas, estaba muy condicionado por el diminuto grupo de personas, que amplifica los factores incontrolables. Solo por dar un ejemplo, el peso de una mujer puede variar un par de kilos arriba y abajo en el transcurso de su ciclo menstrual, mucho más que la diferencia que hubo entre el grupo del chocolate y el de solo dieta. Por eso es por lo que necesitas una muestra grande de personas y equilibrar el género y la edad (cosa que no hicimos)


El chocolate puede ser un potenciador de la pérdida de peso o podría ser lo conrtario. Ni siquiera puedes confiar en la pérdida de peso del grupo de dieta comparada con el grupo de control. ¿Quién sabe los alimentos que estarían comiendo los del grupo de control? Ni siquiera les preguntábamos

Envié nuestro estudio titulado “El chocolate con alto contenido en cacao como acelerador en la pérdida de peso” a 20 recopilatorios. Cruzamos los dedos y esperamos.


Nuestro studio fue aceptado para publicarse en varios colectores en 24 horas. No hace falta decir que no nos enfrentamos a una contra-revisión en absoluto. El diario que escogimos finalmente fue el International Archives of Medicine.


Su nuevo CEO Carlos Vasquez, nos envió un email diciendo que habíamos producido un excelente manuscrito y que por solo 600 euros, podría ser aceptado en su diario.

Aunque la editorial del diario afirma que todos los estudios remitidos se revisan de forma rigurosa, nuestro estudio fue publicado en menos de 2 semanas desde que se hizo el cargo en la tarjeta de crédito.


Una vez publicado el estudio, había que hacer algo de ruido.

La clave, es explotar la increíble pereza de los periodistas. Si expones la información de forma correcta, puedes abrir la historia a los medios tal y como si la hubieras escrito tú mismo. De hecho, eso es literalmente lo que estábamos haciendo ya que muchos reporteros simplemente copiaban y pegaban nuestros textos.

Pronto estábamos en el Daily Star, el Iris Examiner, el Cosmopolitan alemán, el Times de india, las web del Huffington post alemana e india e incluso en las noticias de de Texas y en un programa matutino de Australia.


Cuando los reporteros nos contactaban, nos hacían preguntas superficiales como ¿Por qué piensas que el chocolate acelera la perdida de peso? O ¿Cuáles son tus recomendaciones para nuestros lectores? Casi nadie preguntaba cuantos sujetos hicieron el experimento, y ninguno mostró ese número. Ni un reportero parecía tampoco haber contrastado la información con otros investigadores externos.


Pero lo más triste fue que utilizaban prácticamente fotografías pornográficas de mujeres comiendo chocolate.


Las personas que están desespreadas por obtener información confiable se enfrentan a una desconcertante variedad de pautas dietéticas: La sal es mala, la sal es buena, la proteína es buena, la proteína es mala, la grasa es mala, la grasa es buena. Esto cambia como cambia el tiempo. Pero la ciencia conseguirá descubrir la respuesta correcta ¿Verdad? Ahora vivimos dentro de una epidemia de obesidad, y los fondos volarán a los mejores científicos y se conseguirá apagar todo ese ruido, dándonos respuestas claras sobre las causas y los tratamientos.

O puede que no. Incluso, la bien financiada y seria investigación sobre la pérdida de peso es confusa e inconcluyente, lamenta Peter Attia, un cirujano que cofundó la organización sin ánimo de lucro Nutrition Science Initiative

Los resultados son confusos dice Attia. Se han gastado 1 billón de dólares y no han sido ni siquiera capaces de probar que las dietas bajas en grasa eran mejores o peores.


Nosotros los periodistas, tenemos que alimentar a la bestia de las noticias diarias, y las investigaciones científicas dietéticas son la gallina de los huevos de oro. Los lectores nunca tienen suficientes historias sobre los beneficios del vino tinto o los peligros de la fructosa

Espero que este pequeño experimento haga tanto a los reporteros como a los lectores más excépticos.

La verdad sobre los estudios científicos

Espero que la historia anterior nos haga a todos reflexionar con esta «nueva ciencia» que está apareciendo por todas partes. Tenemos que comprender que:

  1. La mayoría de estudios están sesgados
  2. La mayoría (o todos) tienen fines económicos ocultos
  3. Están expuestos de manera sensacionalista para llamar nuestra atención

Por tanto, mi recomendación es que si quieres hacer o conocer algo, mira a alguien que ya lo esté haciendo o lo haya conseguido. Si quieres ganar masa muscular, vete a mirar lo que han hecho todas las personas grandes y musculosas, si quieres perder grasa corporal, vete a mirar como se define la gente, pero no te vayas a Pubmed a leer estudios. Al final, si quieres saber como escalar una montaña, es mejor preguntarle al Sherpa que la sube y baja todos los días en lugar de preguntarle a aquel que se queda abajo con la bata blanca estudiándola. Los principios fisiológicos son los que son, y sabiendo eso, la ciencia no es más que un complemento. Por eso para mí, la ciencia sirve para orientar, pero nunca para dictar.


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