En el episodio de hoy veremos algunos consejos para mantenernos en forma durante estas navidades ya que todos sabemos que estas fechas son un poco especiales y hay mucha gente que tiene pánico a subirse a la báscula el día 7 de enero.
Así que, para sobrellevar estas semanas de curvas que se nos vienen encima vamos a tratar 5 puntos clave que son de vital importancia si queremos que nuestro rendimiento no se vea afectado cuando sus majestades de Oriente se hayan ido, y volvamos a la rutina para subir la cuesta de enero.
1 No modifiques tu lista de la compra
En estas fechas es imposible no fijarse en todas esas chocolatinas, mazapanes, turrones y demás «alimentos navideños», ya que los supermercados se encargan de que sea lo primero que veamos al entrar por la puerta. Pero tienes que estar por encima de eso y seleccionar los alimentos que realmente necesitas, como en cualquier otra época del año.
Esto es importante, porque aunque compres ese tipo de comida para ser un buen anfitrión y ser educado con las visitas, lo cierto es que si está en tu casa, hay muchas probabilidades de que seas tú el que se acabe comiendo todo eso.
Tu casa está bajo tu control y debes controlar los alimentos que entran. Una vez que ponemos un pie en la calle, no podemos controlar los estímulos que percibimos (escaparates llenos de comida deliciosa, el olor a castañas asadas…), solo podemos controlar nuestro comportamiento ante esos estímulos. Pero en nuestra casa no, nuestra casa es nuestro castillo y debes asegurarte de que solo entran los alimentos que realmente son beneficiosos para ti.
2 Selecciona bien tus batallas
Las fechas clave de las navidades, realmente son 4: Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. Ya está, solo 4 comidas más «especiales».
Hacer 4 comidas libres en 10 días no supondría mayor problema, aunque tampoco sería lo ideal. Pero ¿Cuál es realmente el problema? El problema es que se nos ha ido de las manos. Ahora tenemos varias cenas de navidad con amigos, la cena de empresa, la cena del gimnasio, cumpleaños… Aunque parezca mentira ¡Hay incluso bodas!
Esto es porque en el mundo occidental nos encanta que todas las fechas señaladas giren en torno a la comida. Cualquier excusa es buena para sentarse a una mesa llena de alimentos deliciosos. Y si no sabemos escoger bien los momentos en los que vamos a salirnos de la rutina, acabaremos teniendo unas navidades que duren mes y medio, en lugar de tener unas navidades con 4 fechas puntuales. Es decir, si las navidades fueran lo que se supone que son, nadie tendría problemas para no mantenerse en forma igual que en cualquier otra época del año, pero si le empezamos añadir eventos al calendario, entonces mal camino llevamos. Por eso, elige los momentos en los que vas a romper tu rutina, vas a comer otro tipo de alimentos que no sueles comer, vas a beber un par de copas, vas a saltarte alguna comida… Pero tenlo preparado y previsto.
3 No intentes hacer compensaciones calóricas
Suprimir al máximo tus calorías en las fechas previas a estos banquetes para intentar «compensar» es absurdo, puesto que el cuerpo no funciona como una calculadora. Además, seguro que ya has probado otros años a hacer esto y déjame preguntarte una cosa ¿Funcionó? ¿Te sentiste mejor después de hacer esa comida o cena especial? Puedo apostar a que no.
Si haces esto, llegarás a la fecha señalada con un hambre tan voraz que te comerás hasta el mantel de la mesa. Y después de eso, te sentirás cansado, perezoso, hinchado y puede que tengas una pésima digestión.
En lugar de hacer esto, mi recomendación es justo la opuesta. Realiza tu rutina de forma intacta el 95% de las ocasiones y deja ese 5% de margen para esas «batallas» que has seleccionado previamente. Cuanto más te adhieras a tu rutina (horas de sueño, horarios de comidas, entrenamientos, alimentos que consumes…) menos «secuelas» te dejarán estas navidades.
4 Aumenta tus entrenamientos
Realmente no necesitas aumentar tus entrenamientos, solo mantenerlos intactos. Pero sí que es verdad, que es un buen momento para aumentar el volumen de los entrenamientos porque es posible que estés de vacaciones, tengas más tiempo libre etc.
Normalmente se suele recomendar lo contrario, ya que en estas fechas todo el mundo va como loco con un montón de cosas que hacer. Así que se suele recomendar que no te agobies y que si no puedes entrenar los 4 días que entrenas de forma habitual, pues que entrenes 3. Y sí, realmente no es un mal consejo, es decir, tienes que adaptarte a lo que puedes hacer y es mucho mejor entrenar 3 días que no entrenar ninguno. Incluso si hacemos la misma analogía, una flexión o una sentadilla es mejor que 0 sentadillas.
Pero, si de verdad estás comprometido contigo mismo, realmente este consejo no me vale porque me parece muy extraño que alguien no tenga 4 horas a la semana para entrenar. Además, entrenar nos hace ceñirnos más al resto de nuestra rutina porque si sabemos que mañana tenemos que ir a entrenar, seguramente hoy te preocuparás de comer bien y descansar bien para poder hacer mañana un buen entrenamiento.
Y si nunca antes has entrenado, ahora es el momento idóneo para empezar. No cometas el error de esperarte al día 2 de enero, empieza hoy. Ahora. Si ya te has comprometido contigo mismo para mejorar tu estilo de vida y te esperas un mes para empezar, lo único que conseguirás será perder un mes. Ya no empezarás desde 0 sino que empezarás desde -1.
Se que empezar el día 2 de enero es un motivo psicológicamente muy poderoso, pero si lo miras con perspectiva, con lógica, verás que no tiene sentido empezar mañana cuando puedes empezar hoy.
5 Cuidado con el alcohol
Estas fechas están plagadas de alcohol. Los del Gaitero se frotan las manos. Y esto realmente es bastante personal y es un tema muy delicado, porque cada uno tiene una visión diferente del alcohol. Que si el alcohol afecta a nuestro rendimiento, si no afecta, si un par de copas no pasa nada, si hay que evitarlo a toda costa… Cada uno puede hacer lo que quiera evidentemente, pero lo que hay que tener claro es que el alcohol, bueno no es (y por favor, no vengas con el cuento del vaso diario de vino tinto).
Si que es cierto, que puede tener ciertos «beneficios sociales», pero aun así, si no eres capaz de salir sin beber, sinceramente tienes un problema. Y esto tienes que verlo de esta manera, tienes que ver lo que el alcohol te aporta y lo que el alcohol te quita. Si te quita más de lo que te aporta, la solución está bastante clara.
De todas formas, para aquellos que les gusta beber con moderación durante estas fechas, creo que es un buen momento para que descarguéis la guía del alcohol y el fitness donde hablo más en profundidad sobre este tema y donde doy un protocolo para que el alcohol que consumas no afecte (o afecte mínimamente) a tu rendimiento deportivo.
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Espero que esta guía de supervivencia navideña te sea de utilidad y no quiero acabar este post sin recordarte que utilices las navidades para lo que realmente son. Para volver a ver a tu familia, amigos, y aprovechar estos días para estar con ellos. Eso es lo más importante.
Además, esta guía de supervivencia puede resumirse en una palabra: Moderación. Las navidades no son las culpables de que engordemos o perdamos la forma o disminuya nuestro rendimiento. Tenemos un error de concepto muy grande pensando que lo que hagamos desde Nochebuena a Año Nuevo es de vital importancia, cuando en realidad, lo que de verdad importa, es lo que hagamos desde Año Nuevo hasta Nochebuena.
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