El Bisfenol A (BPA) es un químico industrial que se utiliza para hacer plásticos de policarbonato y ciertas resinas. Sus usos son muy comunes en botellas de agua, en envases de alimentos, latas e incluso se utiliza o se ha utilizado para fabricar biberones.
Con más de 2,2 millones de toneladas producidas anualmente, el BPA es uno de los agentes químicos más extendidos. Su origen se remonta a 1.891 cuando un científico Ruso lo sintetizó por primera vez.
A partir de 1.930 los científicos empezaron a demostrar que el BPA tenía propiedades estrogénicas y afectaba a diferentes procesos hormonales. Sin embargo, poco a poco se comenzó a extender este agente químico para hacer todo tipo de plásticos más fuertes y más resistentes sin ningún tipo de regulación.
El BPA y el agua embotellada
El muchos lugares del mundo el agua del grifo no es la más recomendable para el consumo diario debido a su alta contaminación dependiendo de su procedencia. Como alternativa, hay gente que utiliza el agua embotellada, lo que es una buena solución y generalmente, mejor elección que el agua del grifo en muchos lugares.
Sin embargo, el agua embotellada también tiene sus inconvenientes. El inconveniente principal es su alto contenido en agentes químicos que se encuentran en las botellas de plástico. Uno de los agentes químicos más comunes es precisamente el BPA.
Beber ocasionalmente de botellas de plástico no tiene ningún riesgo, pero la exposición constante a esta sustancia sí que puede tener unos riesgos asociados.
¿Qué efectos nocivos tiene el BPA?
Para el año 2.005 se habían publicado más de 150 estudios sobre los efectos que generaban bajas dosis de exposición al BPA. Sin embargo, los estudios llevados a cabo por la industria química no asociaban ningún tipo de riesgo, algo que suele ocurrir cuando los productores son también los «investigadores».
Los efectos adversos que empezaban a publicarse relacionados con el BPA iban desde reducción de la cantidad de espermatozoides producida, diabetes, obesidad, hasta incluso cancer de próstata y de mama. Además, hay evidencia de que algunos efectos del BPA son más agresivos en mujeres que en hombres. Según un estudio publicado en «Pediatrics«, altas exposiciones a BPA pueden causar problemas como hiperactividad, ansiedad y depresión. Lo curioso es que esta asociación se encontró en niñas pero no en niños.
Otros problemas de salud que han sido asociados al BPA son los siguientes:
- Alteración del comportamiento materno en ratones, incluyendo una reducción del tiempo de lactancia (estudio).
- Resistencia a la insulina en ratones adultos, conduciendo a diabetes tipo II, hipertensión y enfermedades cardiovasculares (estudio).
- Disminución de los niveles de testosterona, fertilidad y producción de esperma (estudio).
- Desarrollo de glándulas mamarias. Efecto que actúa de precursor del cancer de mama (artículo).
- Daños en el sistema inmunológico (estudio).
- Aumento del tamaño de la próstata, lo que puede conducir a un cancer de próstata (estudio).
Aunque es cierto, que la mayoría de estos estudios fueron realizados sobre animales, por lo que los resultados podrían ser diferentes en humanos. Si quieres más información, puedes ver la mayoría de la literatura científica realizada a lo largo de la historia aquí
El BPA y los biberones
A finales de los 90s la exposición de los bebés al BPA estaba teniendo mucho interés público ya que en 1.997 se publicó una investigación donde se encontró una contaminación generalizada en fórmulas desarrolladas para bebés, que superaban con creces los límites que ya se habían demostrado que podían causar daño al desarrollo.
Dos años más tarde otra investigación demostró que al calentar los biberones de los bebés, se liberaban niveles de BPA inseguros y tóxicos. Esa es la razón por la que muchos países a día de hoy tienen totalmente prohibida la utilización de BPA en biberones y otros productos para bebés. Sin embargo, no todos los Gobiernos ejercen las mismas políticas con respecto al BPA.
Los Gobiernos y el BPA
Es posible que Japón haya sido la nación más concienciada respecto al BPA del mundo, y a día de hoy, prácticamente no se utiliza BPA en ninguno de sus envases destinados a la alimentación.
Canadá también actuó contra este agente químico y en 2.008 prohibió su utilización en biberones, y más tarde esa misma medida se tomó en la UE, en China, en Malasia y en Sudáfrica donde ya no se permite fabricar biberones o botellas para bebés con este material.
Sin embargo, para el resto de productos, el BPA sigue siendo un componente autorizado en la Unión Europea siempre y cuando el contenido en BPA esté dentro de unos límites considerados tolerables. Pero a pesar de eso, distintos países dentro de la UE han tomado medidas adicionales. Por ejemplo, en Francia, han sido drásticos y han prohibido totalmente el uso de BPA en cualquier envase destinado a la alimentación (muy bien por los franceses por cierto).
Como ves, los distintos países del mundo están aplicando diferentes politicas en relación al BPA, y probablemente, esas políticas se vayan modificando a medida que vayan apareciendo nuevas investigaciones. Aunque la base científica en contra del BPA es ya bastante sólida.
¿Cómo evitar el BPA?
Evitar el contacto con el BPA es bastante complicado ya que no solo se encuentra en envases de productos de alimentación. También se encuentra por ejemplo en los tickets de la compra y otros tipos de papel. Aunque para reducir el contacto potencial con el BPA podríamos tomar medidas como:
- No abusar de las latas
- Utilizar envases de vidrio en lugar de plástico
- No calentar envases de plástico en el microondas ya que con las altas temperaturas se libera más fácilmente el BPA.
Con la fama que está cogiendo este compuesto químico, cada vez es más normal encontrar en el mercado envases libres de BPA, dándonos más opciones para elegir. Sin embargo, las alternativas al BPA puede que no sean tan seguras como parecen ya que uno de los compuestos utilizados para sustituir al Bisfenol A, es el Bisfenol S (BPS), pero también ha generado bastante controversia en la comunidad científica, por los potenciales efectos nocivos similares a los del BPA.
Al final, tenemos que aceptar que los únicos que pueden realmente controlar el uso de estos y otros agentes y químicos son los encargados de legislar y mientras el BPA siga siendo económico y genere beneficios a los grandes grupos empresariales, me temo que es imposible evitarlo al 100%.
Sin embargo, y a pesar de toda la evidencia de este artículo en contra del BPA, tengo que decir que el BPA es solo una gota en el océano y que aunque esté ligado a ciertos problemas de salud, hay otros problemas más graves que afectan a la salud de la población y que requieren una atención prioritaria. Si eres una persona sedentaria y con sobrepeso, tienes otras cosas mucho más importantes que hacer antes de tirar todos los envases de plástico de casa por temor al BPA.
Las botellas para el envasado de agua fabricadas en PET no contienen BPA, solo las garrafas de policarbonato empleadas en determinados dispensadores interviene el BPA aunque en cantidades admitidas en la legislación europea.
En la pagina web que adjunto se pueden encontrar las referencias legislativas que avalan este comentario.
Gracias por la info Silverio