Este episodio del podcast es algo más didáctico, con algunos términos que pueden parecer extraños a alguno de vosotros si es la primera vez que los escucháis ya que las reservas energéticas de nuestro cuerpo son bastante complejas, incluso mucho más de lo que escucharéis en el podcast.
Aun así, me parece un tema interesante y que puede ayudar a comprender por qué nuestro cuerpo se comporta de una determinada manera ante distintos tipos de ejercicio, pues los sistemas energéticos utilizados, dependen de la naturaleza del ejercicio realizado. Piensa en los sprinters y en los maratonianos, no es lo mismo recorrer 100 metros a toda velocidad, que luchar por aguantar una carrera de 42 kilómetros. Nuestro cuerpo tampoco lo interpreta igual, y por eso tiene varios recursos para utilizar dependiendo de la actividad que estemos haciendo.
Si hablamos de una sesión de pesas, lo primero que tenemos que hacer es pensar que la energía que obtenemos proviene del ATP que se podría considerar la moneda universal energética para el organismo. En esa molécula se guarda la energía para ser utilizada posteriormente, pero el problema que tiene es que se gasta muy rápidamente, siendo capaz de generar alrededor de 5 segundos de energía ¿No es mucho verdad? Por eso nuestro cuerpo debe confiar en otros sistemas energéticos para seguir produciendo ATP según se va gastando.
Para generar energía, el ATP debe perder un fosfato, generando ADP (Adenosín difosfato). Esto es importante porque al unirse el ADP con la fosfocreatina, se obtiene nuevo ATP formando el sistema energético anaeróbico aláctico.
Pero la creatina tampoco puede sostener la producción de ATP durante mucho más tiempo, por lo que el cuerpo debe seguir produciendo ATP por medio de la glucosa (tanto el glucógeno disponible como la glucosa en sangre) siendo éste otro sistema energético, denominado sistema anaeróbico láctico.
Por último, para la realización de otro tipo de actividades de menor intensidad nuestro organismo recurre al sistema aeróbico mediante el cual se obtiene energía más lenta con la ayuda del oxígeno.
Como véis, ha sido un episodio algo más corto que lo habitual, pero es un tema bastante denso, con términos poco conocidos y algo más complicados de asimilar que los que usamos habitualmente, por eso me ha parecido conveniente condensar el episodio y recortar su duración. Lo más importante, es que sepamos que según nuestra actividad, según el deporte que practiquemos, nuestros recursos energéticos serán unos u otros. Por ejemplo:
- Sprint de 100 metros: Sistema anaeróbico aláctico
- 400 metros estilo libre de natación: Sistema anaeróbico láctico
- Etapa de la vuelta a España de ciclismo: Sistema aeróbico
Los 3 sistemas pueden estar activos, pero siempre habrá predominancia de uno u otro.
Espero que os resulte útil este episodio, y si es así, os pido que dediquéis 20 segundos de vuestro preciado tiempo en darme una valoración de 5 estrellas en Itunes. Si quieres contactar conmigo para cualquier cuestión (dudas, sugerencias…) hazme llegar tu feedback sin dudarlo.